Carlos Hermida
Se cumple el tercer aniversario de la muerte de Raúl Marco (16 de octubre de 2020), un hombre que dedicó su vida al PCE (m-l), con el objetivo de convertirlo en la herramienta que hiciese posible alcanzar la República Popular y Federativa y el Socialismo. Su trabajo, dedicación y lucha contribuyeron decisivamente a que nuestro Partido, desde su fundación en 1964, tuviera una presencia importante en la historia de nuestro país. Si una buena parte de la sociedad ignora lo que supuso el Partido y el FRAP en el final del franquismo y durante la Transición, se debe a la manipulación y tergiversación que han difundido, y lo continúan haciendo, un puñado de historiadores y periodistas que llevan años comiendo en el pesebre de la monarquía, medrando al amparo del poder corrupto.
Raúl no solo fue un camarada ejemplar, sino también un compañero y un amigo capaz de crear un clima de confianza que permitía hablar con él en un tono distendido, sin rigideces ni formalismos, de innumerables cuestiones. Los que le conocimos y tratamos podríamos contar numerosas anécdotas y rasgos de su personalidad. Poseedor de una gran cultura, sentía una predilección especial por los clásicos españoles del Siglo de Oro, y también una gran admiración por Benito Pérez Galdós, del que siempre decía que si se quería entender la Historia de España del siglo XIX era indispensable leer los “Episodios Nacionales” (tomad nota, jóvenes camaradas).
Hoy es un día inevitablemente triste, pero Raúl, optimista y dando siempre muestras de una inmensa alegría de vivir, le gustaría que brindáramos por él sin pesadumbres y siguiéramos adelante con nuestra lucha, firmes y decididos hasta la victoria final. Ese es el mejor homenaje que podemos rendir a un camarada que dejó una profunda huella en nuestras vidas.
Gracias por tu ejemplo, firmeza y honestidad. Nunca te olvidaremos.