En la mañana de hoy, 14 de abril, Día de la República, teníamos conocimiento de una lamentable pérdida para el PCE (m-l): en la noche anterior fallecía en Basurto el camarada Salva. Queremos, en primer lugar, enviar a sus familiares nuestras más sentidas condolencias y un fraternal abrazo del conjunto de la organización.
El camarada Salva, como solíamos decir, estaba hecho de granito y tenía una fe inquebrantable en la victoria, en la República, en la causa del proletariado, del socialismo y del comunismo, a los que dedicó prácticamente toda su vida.
El camarada Salva era miembro del Comité Central y fue fiel en todo momento al Partido, incluso en los momentos más duros, como en la traición de 1991.
“Salva”, como le llamábamos, era un camarada en su sentido más genuino, más profundo: era un hermano, una persona que lo daba todo, que siempre estaba dispuesto y anteponía a los demás a su propia persona. Salva era una persona humilde, buena, un amigo. Para los que le conocimos, que compartimos con él éxitos y sinsabores, que caminamos juntos, siempre estará en nuestro corazón.
Camarada, el mejor homenaje que te podemos hacer es continuar, con tu misma determinación, la lucha que abanderabas, que compartimos; la lucha de la clase obrera por la emancipación.
¡Honor al camarada Salva!