Partido Comunista de los Trabajadores de Francia
Este 16 de marzo, el uso de 49.3 es un fracaso político para Macron, Borne, la Primera Ministra y su gobierno.
Una vez más el ejecutivo utiliza los medios de la constitución antidemocrática para aprobar esta reforma rechazada por millones de manifestantes apoyados por las amplias masas trabajadoras y populares.
Si Macron recurrió al 49.3, seguramente es porque temía no contar con el voto de un número suficiente de diputados de derecha, cuando estos últimos introdujeron numerosas enmiendas, hasta el punto de poder reclamar esta reforma como «suya».
Pero estos cálculos políticos no deben ocultar que este fracaso es sobre todo resultado de meses de movilizaciones, de la fuerza del poderoso movimiento obrero y popular, formado por huelgas y manifestaciones, que ha puesto en las calles a millones de trabajadores, hombres y mujeres de las clases trabajadoras, la unidad de las centrales sindicales y la intersindical en torno al «no a los 64 años».
El 15 de marzo, cientos de miles de manifestantes la volvieron a gritar, coreándola, en todo el país, durante el octavo día de manifestación, con huelgas que afectaron a empresas privadas y servicios públicos, como la energía (EDF, Engie, Enidis, GRFD, etc.). transporte ferroviario, tratamiento de residuos, etc. En estos sectores, las concesiones realizadas por el gobierno a la derecha han puesto en entredicho los logros relacionados con los regímenes especiales, extendiéndose durante varios años de forma muy dura.
El rechazo a esta reforma obviamente no se detiene con el golpe de Estado de Macron y Borne. El enfado ha subido varios grados y se profundiza el rechazo a la pseudodemocracia de las instituciones.
Las razones por las que los trabajadores, trabajadoras, mujeres, jóvenes y mayores se están movilizando contra esta reforma son aún más fuertes hoy. Con este golpe “legal”, Macron se muestra como lo que es: un presidente luchador al servicio de los patrones, los ricos y los traficantes de armas. Un presidente al servicio del sistema capitalista. Esta reforma está hecha para los grandes accionistas, los monopolios que quieren hacer suyos los miles de millones de euros quitados a los jubilados, como los miles de millones quitados a los desempleados y los sacados de la superexplotación de los trabajadores, haciéndolos trabajar más tiempo, recortando salarios, reduciendo recursos del servicio público.
Hacemos un llamamiento a continuar esta lucha, con unidad y determinación, participando y apoyando las huelgas, participando en iniciativas de solidaridad, manifestaciones, mítines en las ciudades y el próximo día de huelgas y manifestaciones, 23 de marzo con nuestras consignas:
¡Dinero para salarios y pensiones, no para accionistas y no para la guerra!
¡El capitalismo, triturador de vidas, dos años más, es no!
París, 16 de marzo de 2023