Aprobada por la Conferencia sobre Movimiento Obrero del PCE (m-l)
Cuando celebramos esta Conferencia sobre Movimiento Obrero, está teniendo lugar en Madrid la 43ª Conferencia europea de apoyo y solidaridad al pueblo saharaui (EUCOCO), bajo el lema “Por la independencia del Sáhara Occidental. La responsabilidad de España y Francia”. En esta convocatoria ha tenido un papel especial el acuerdo comercial y pesquero entre la UE y Marruecos, cuya ilegalidad ha sido firmemente establecida ya incluso por el Tribunal de la propia UE, al incluir las aguas pertenecientes al Sáhara Occidental ocupado por la monarquía alauita.
El contexto en el que se ha desarrollado esta edición de la EUCOCO está marcado por lo que parecen ser importantes retrocesos de la posición de Marruecos en el plano internacional, visibles tanto en el seno de la Unión Africana como en los choques que han tenido lugar en el Consejo de Seguridad a lo largo del último año.
El último golpe ha sido la segunda renovación de la MINURSO durante seis meses, a instancias de Estados Unidos, en lugar de por un año, como pretendían Marruecos y su valedor en el Consejo de Seguridad: Francia. El sátrapa marroquí recibe así nuevas presiones para sentarse a negociar una solución al conflicto del Sáhara Occidental con el Frente Polisario en Ginebra, a partir del próximo diciembre. Pese a que esta ampliación de la misión de la ONU sigue sin otorgarle la responsabilidad de proteger a la población saharaui de los territorios ocupados frente a las continuas violaciones de los derechos humanos por parte de Marruecos, tal y como exige el Polisario, son cada vez más las voces a nivel internacional que reclaman una solución política al conflicto justa y duradera, «que prevea la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental», como reza la resolución.
Sin duda, el cambio en la posición de Estados Unidos, que parece ofrecer una perspectiva al pueblo hermano saharaui tras cuarenta y tres años de opresión y exilio, tiene mucho que ver con el incremento de las rivalidades interimperialistas y con la creciente inestabilidad política resultante. De hecho, la realidad es que, durante décadas, las potencias imperialistas (con Estados Unidos, Francia y España al frente) no han dudado en armar hasta los dientes al tirano marroquí, facilitando no sólo la opresión de los saharauis, sino también la de su propio pueblo. Por otra parte, en contraste con estos giros –que, insistimos, tienen más que ver con la realpolitik que con principio de solidaridad alguno–, la posición española se mantiene tan servilmente sometida a los intereses del tirano marroquí y de su aliado francés como en noviembre de 1975. Los repetidos gestos y declaraciones del reaccionario ministro de Exteriores, Josep Borrell, que no contento con negar cínicamente las responsabilidades españolas en la resolución del conflicto, ha maniobrado para acelerar la aprobación del acuerdo comercial UE-Marruecos y para impedir una reunión internacional prosaharaui en la sede del Congreso, ponen de relieve la falta de voluntad y la incapacidad de todos los gobiernos de la monarquía para acabar con el sufrimiento de los saharauis, del que el Estado borbónico es responsable directo. Por añadidura, al abandonar en manos de Mohamed VI toda iniciativa para la resolución del conflicto y tolerar su uso de las masas de migrantes como instrumento de chantaje, los gobiernos de PP y PSOE no hacen sino avivar la amenaza fascista que se cierne sobre nuestro propio país.
En definitiva, esta Conferencia manifiesta una vez más la solidaridad activa del PCE (m-l) con la lucha del pueblo hermano saharaui por la independencia y el progreso, así como con cualesquiera iniciativas de apoyo que se lleven a cabo para la consecución de estos fines. Y, con ello, reafirmamos nuestro compromiso con la lucha contra el imperialismo y contra el Estado borbónico, como la mejor aportación que podemos hacer los revolucionarios a los saharauis y al resto de pueblos oprimidos del mundo para acabar con la subordinación y el expolio a los que son sometidos.
Madrid, 18 de noviembre de 2018