La Plataforma por la Defensa de los Derechos Sociales de la Sierra de Guadarrama, que hemos apoyado a los trabajadores de los supermercados Gigante en la defensa de sus puestos de trabajo y por el cobro de sus salarios, mantenemos nuestro compromiso por defender estos derechos en un futuro que pensamos que es incierto. La solución que la empresa ha dado creemos que es provisional y no cierra las causas del conflicto de fondo.
La situación que crearon no fue producto de una falta de ventas o de la situación insostenible de una empresa en quiebra; por el contrario, era una empresa con fuertes ganancias. Las disputas entre los herederos de las dos familias que iniciaron el negocio, y que no se ha solucionado, están poniendo en peligro la continuidad del trabajo de sus casi quinientos trabajadores, trabajo que ha enriquecido, con los beneficios obtenidos por el mismo, a las dos familias de los empresarios, que en cuarenta años han visto multiplicada su empresa, pasando de las dos tiendas de ultramarinos iniciales a una cadena de casi veinte supermercados repartidos por toda la Sierra.
El ambiente “familiar” y paternalista que ha reinado durante años ha favorecido la situación tranquila y confiada de los trabajadores, que se vieron inmersos en un conflicto desorganizados y con nula experiencia de actividad sindical.
Es importante, ahora que la situación parece más sosegada, analizar lo que ha pasado y sacar lecciones para lo que puede avecinarse a corto o medio plazo.
Para defender los puestos de trabajo hace falta movilización, buscar salidas en la negociación con la empresa que garanticen los puestos de trabajo, y si los actuales patrones venden la empresa, conseguir la subrogación en la nueva empresa de todos los trabajadores respetando los derechos adquiridos, antigüedad… Y, para todo eso, es necesario que los trabajadores se coordinen, que formen una piña en el objetivo de defender los puestos de trabajo. Es importante que en cada centro haya representantes de confianza y a ser posible miembros del Comité de Empresa (que en pocos meses se tendrá que renovar), que participen en las reuniones del Comité, con la Empresa y en todos los foros de representación, que coordinen los centros y den información real y precisa y recojan el sentir y las propuestas del conjunto de la plantilla.
Otra experiencia es que no se debe llevar de manera individual las reclamaciones laborales cuando forman parte de un conflicto que afecta al conjunto o a gran parte de una plantilla. Esto es lo que hizo el Comité de Empresa. El Comité buscó un despacho privado que, independientemente de su capacidad profesional, desarrolló unas acciones de demandas para cobrar y negociar las posibles indemnizaciones si se cerraba, pero como es lógico, sus intereses y conocimientos no están por ayudar a organizar la movilización para conseguir mantener los puestos de trabajo y con ello asegurar los salarios.
Las medidas de movilización y presión tienen que acompañar las negociaciones, las demandas jurídicas… y no pueden ir por caminos distintos, para que el resultado sea favorable a los intereses de los trabajadores.
La Plataforma se ha movido para que, a través de los compañeros que tienen cargos institucionales, se presentara mociones en los ayuntamientos para que estos intervengan y presionen a los empresarios para que aseguren el mantenimiento de los puestos de trabajo. A través de IU se ha pedido la intervención de sus diputados regionales para que la Comunidad de Madrid intervenga en la solución favorable del conflicto.
Compañeros, no bajéis la guardia y tenéis todo nuestro apoyo.
Plataforma por la Defensa de los Derechos Sociales de la Sierra de Guadarrama
2 de febrero de 2015