Democracia y participación. Fortalecer el sindicalismo de clase
El conocimiento de la utilización de tarjetas opacas, por parte de los representantes de CCOO en Caja Madrid, es un nuevo dato que se suma a otros recientes, en una espiral que daña gravemente el prestigio del sindicato.
Es cierto que el montante defraudado es insignificante en comparación con los más de 20.000 millones de euros del tesoro público gastados en sanear Caja Madrid en un proceso al que siempre nos hemos opuesto, y que probablemente termine con su venta a la banca privada, que ya dirige efectivamente la entidad; pero que el Gobierno utilice este escándalo para ocultar la privatización de la caja madrileña, no disminuye un ápice la gravedad de la implicación de los representantes de CCOO en él; bien al contrario, la agrava.
En las conclusiones de la Comisión de Investigación, la Ejecutiva Confederal elude un análisis de fondo del problema, que incluya el papel que ha jugado nuestra representación en Caja Madrid, en la adopción de decisiones que han tenido gravísimas consecuencias sociales y económicas para las familias trabajadoras (preferentes, etc); y descarga una gran parte de su responsabilidad, cuando lo cierto es que siempre que ha habido discrepancias entre los órganos implicados en la elección y control de los representantes de CCOO, el núcleo que dirige la Confederación, ha intervenido en apoyo de las tesis más cercanas al desmantelamiento del modelo social de las Cajas de Ahorro. Sus innegables responsabilidades
sindicales no son asumidas en la resolución.
No podemos aceptar que este debate se cierre concluyendo que son hechos aislados rápidamente atajados. La mayoría de los implicados han tenido responsabilidades de dirección en el sindicato que hubieran exigido un mayor control, como en reiteradas ocasiones pedimos en los órganos de dirección. Ya en 2007 el Sector Crítico reclamó la apertura de una investigación interna que aclarase la posible implicación de varios dirigentes en actividades empresariales privadas, inaceptables en un sindicalista, y esta reclamación fue combatida y rechazada.
Por otra parte, el modelo sindical iniciado por Antonio Gutiérrez, que ha hecho del diálogo social y de la participación institucional las actividades esenciales del sindicato, desatendiendo la movilización sostenida, todo ello en un tiempo en el que la patronal y los gobiernos de turno han aplicado sin tregua recorte tras recorte en los derechos individuales y colectivos de los trabajadores, ha dado cobertura a este tipo de actuaciones que han terminado por implicar a CCOO en el sistema que hoy rechaza una amplia mayoría de trabajadores y desacredita la labor del sindicato en su conjunto. Este modelo sindical ha provocado, además, un progresivo aislamiento de la dirección de los afiliados y cuadros del sindicato, y, consecuentemente, un alejamiento del sindicato de las empresas, propiciando la ausencia de controles eficaces de los representantes del sindicato en las instituciones y consejos.
Estamos inmersos en un proceso electoral que hace muy difícil la realización de un Congreso Extraordinario, aunque sobren las razones para su convocatoria. Pero no podemos ni debemos esperar más tiempo para desarrollar un proceso que permita superar la situación tan grave que vive el sindicato. Se lo debemos a los miles de sindicalistas que día a día pelean en condiciones muy duras por defender los derechos de sus compañeros y compañeras.
Por eso, desde el Sector Crítico, exigimos:
- Que, además de la expulsión de los implicados, se sustancien las responsabilidades individuales y colectivas, se exija la devolución del dinero defraudado y que CCOO se persone en los procesos judiciales.
- Que se adopten de inmediato, con la participación de la afiliación, todas las medidas que impidan que este tipo de situaciones puedan repetirse.
- Que se realice una auditoria financiera y de gestión que abarque todas las actividades de las organizaciones confederadas.
Llamamos, por último, al conjunto de los afiliados y cuadros del sindicato a que se impliquen activamente en todas las actuaciones que fortalezcan el sindicalismo de clase, garanticen la democracia interna y la participación de los afiliados, exigiendo la máxima transparencia.
El sindicalismo de clase es, como siempre, imprescindible para la defensa de los intereses de los trabajadores. Por eso, el Sector Crítico llama a la unidad para recuperar las Comisiones Obreras y participar en las elecciones sindicales.
Madrid, noviembre de 2014
SECTOR CRÍTICO DE CCOO MADRID