Comité de Madrid del PCE(m-l)
En la mañana de hoy, cientos de miles de trabajadores (120.000 según CCOO) se han agrupado en las calles de Madrid para reivindicar mejores condiciones laborales y sociales, con motivo de la celebración del primero de mayo, día internacional de la clase obrera.
Esta manifestación se da en un contexto político, social y sindical complicado, donde los dirigentes de la socialdemocracia y los sindicatos, en conveniencia con la gran patronal (que ha aumentado sus beneficios más de un 25% este último año), se alían para garantizar la “paz social”, en momentos de ofensiva generalizada del capital contra nuestros derechos y libertades, tras años de inmovilismo en un movimiento sindical que no asume las reivindicaciones urgentes que tienen los trabajadores, tales como acabar con el paro y la precariedad, reconquistar los derechos laborales perdidos, reforzar el sistema público de pensiones acabando con su privatización o garantizar el acceso a una vivienda digna y asequible para la mayoría social.

Ante este panorama, entre banderas republicanas que aparecían a lo largo y ancho de la marcha, los manifestantes coreaban consignas como “primero de mayo, rojo y republicano”, “que viva la lucha de la clase obrera”, “somos la fuerza y somos el trabajo, vamos a echar a este régimen abajo”, “unidad obrera y sindical contra el capital”, “presupuestos militares para escuelas y hospitales” o “nativa o extranjera, la misma clase obrera”, entre otras, que han sido repetidas con entusiasmo a lo largo de las horas en las que ha transcurrido la manifestación.

Entre los manifestantes, se repartieron más de 1000 hojas con el comunicado de nuestro Partido para el primero de mayo, con bastante aceptación entre la mayoría de los asistentes, con los que hemos podido debatir sus puntos más candentes, entre los que destacábamos la necesidad de avanzar hacia la superación del régimen monárquico, del estado impuesto por el franquismo, que ataca a nuestros derechos y amenaza nuestra seguridad y la de nuestras familias, frente a la dinámica de la “defensa democrática” que algunas organizaciones quieren imponer en el imaginario colectivo.

Esta multitudinaria jornada, pone de manifiesto las aspiraciones de nuestra clase en la defensa de sus intereses, dado que, aunque aún de manera tímida, demuestra que el sentimiento de lucha (de su necesidad) para conseguir los objetivos, está creciendo cada vez más entre la mayoría social. Es imprescindible lograr la unidad en el campo popular, y en todas las organizaciones de nuestra clase, especialmente los sindicatos, en contra de la oligarquía, que nunca ha dudado en alzar a la reacción para defender sus intereses.
¡Viva el 1 de Mayo! ¡Viva la lucha de clase obrera!