P. Recife
El 25 de Marzo han celebrado un homenaje a Santiago Carrillo apoyado por CCOO de Madrid y promovido por quienes fueron sus colaboradores, sindicalistas afines, militantes y simpatizantes del PCE en los últimos años del franquismo y en la construcción de la transición monárquica entre otros.
Homenajear a Santiago Carrillo es una ignominia para los comunistas de España y de todo el mundo. Explicamos por qué: el historial de traiciones de S. Carrillo viene de lejos. Debemos remontarnos a su juventud para entender su abyecta trayectoria anticomunista, de oportunista sin escrúpulos, de arribista, de renegado.
Antecedentes
Antes de que en 1930 entrara a colaborar con el periódico “El Socialista”, trabajó en una imprenta como aprendiz dónde se afilió a las Juventudes Socialistas (JJSS) y la Unión General de Trabajadores (UGT) lo que le facilitó su entrada en el periódico.
Con la llegada de la II República (14 de Abril de 1931), y apenas con dieciséis años de edad, se le encarga la información parlamentaria lo que le permite codearse con los profesionales de la información política de más prestigio. Dos años más tarde accede a la dirección de la revista de las JJSS “Renovación” desde la que lanza sus proclamas contra el ala más reformista del PSOE -encabezada por Besteiro y Prieto- lo que le sirve para ser elegido al siguiente año como secretario general de las JJSS. Desde esa posición medra hasta ganarse la confianza de Largo Caballero (enfrentado a los anteriores por sus posiciones mas a la izquierda). En esa época, Carrillo trata por todos los medios que los troskistas de Izquierda Comunista se integraran en el PSOE y, ya puestos, a que el PSOE entrara en la III Internacional Comunista. Mientras, en la calle, las organizaciones de las juventudes comunistas y socialistas actúan como una sola organización convocando manifestaciones y actos de forma unitaria, poniendo en práctica las consignas del Partido Comunista de España (PCE).
En el día 5 de octubre de 1934 dio comienzo en Asturias el movimiento huelguístico e insurreccional decretado por el Comité Revolucionario socialista presidido por Francisco Largo Caballero, aunque en la mayor parte del país fracasó. Este hecho supuso que el gobierno derechista adoptara una serie de medidas represivas contundentes. Gil-Robles, creador de la ultraconservadora y católica CEDA, comunica al Presidente Lerroux que los generales Goded y Franco son los elegidos por las fuerzas reaccionarias para que dirijan la represión de la rebelión desde el Estado Mayor en Madrid dado que ambos ya tenían experiencia, al haber reprimido brutalmente la huelga general de 1917, también en Asturias. Estos hechos supusieron el encarcelamiento de Largo Caballero y también de S. Carrillo, además de otros dirigentes de sus organizaciones, pero también el distanciamento entre ambos.
Tras la victoria electoral del Frente Popular (impulsado por el Partido Comunista de España dirigido por José Díaz) en las elecciones de Febrero de 1936 es puesto en libertad y es entonces, cuando la III Internacional Comunista invita y organiza un viaje, al Moscú soviético, de las direcciones de las juventudes comunistas y socialistas para llevar a cabo su unificación dada la cercanía ideológica de ambas organizaciones. Así nacieron las Juventudes Socialistas Unificadas.
Carrillo en la guerra civil
Llega el golpe de estado fascista estando Carrillo en París. Regresa incorporándose al Ejército Republicano con el grado de capitán. Mientras el proceso de unificación de las organizaciones juveniles comunista y socialista obliga a los dirigentes de ambas formaciones a reagruparse y tomar la decisión de no convocar un congreso y nombrar una ejecutiva formada por siete dirigentes de cada una de las organizaciones de la que salió elegido primer secretario general S. Carrillo.
En otoño de 1936 las fuerzas golpistas avanzan hacia Madrid llegando a las puertas de la capital. El gobierno legítimo republicano se traslada a Valencia dando instrucciones al general Miaja para organizar la defensa de Madrid y, ese mismo día, S. Carrillo se afilia al PCE.
Tras la marcha del gobierno a Valencia se forma la Junta de Defensa de Madrid (JDM) que se reúne hasta altas horas de la noche para tratar de impedir que las tropas reaccionarias, parapetadas en la Casa de Campo, entren en la ciudad. Santiago Carrillo es nombrado consejero de Orden Público.
Cuando el frente en Madrid se había estabilizado en 1936, Carrillo se centra en la dirección política de las JSU -que tenía a 200.000 jóvenes luchando en los frentes-, abandonando la JDM. Al año siguiente dimite como presidente de la Junta de Prensa y Propaganda de Madrid con motivo de la no celebración del aniversario de la República el 14 de abril. Ese mismo año, estando en Argel, pasó a formar parte del buró político del PCE, como miembro suplente y se le encarga la responsabilidad organizativa del partido en esos momentos: la organización del PCE en España. En 1944 desde París detuvo la invasión del Valle de Arán y no fueron pocas las voces que se pusieron en contra de esa decisión. Entre cuatro y siete mil voluntarios -de los trece mil disponibles- se presentaron para formar parte del operativo que sería dirigido por nuestro camarada el coronel Vicente López Tovar, veterano del Ejército Popular Republicano y de la Resistencia francesa, que en la lucha contra los alemanes había ganado amplio prestigio y condecoraciones.
Entre abril de 1946 y enero de 1947 fue ministro sin cartera en el gobierno republicano en el exilio que presidía José Giral.
Llega a la Secretaría General del PCE y desata su oportunismo revisionista
Llegan los años cincuenta y las relaciones entre Dolores Ibárruri -a la sazón secretaria general del PCE- y Carrillo se deterioran por las divergencias respecto a la organización del partido en Francia; atacando Carrillo a Uribe, que era el responsable de la organización en el país vecino y segundo máximo responsable del Partido.
En el V Congreso del PCE, celebrado en Checoslovaquia en 1954, Carrillo comienza a despuntar su deriva revisionista al plantear la democratización del partido en contra del funcionamiento leninista del mismo. Stalin había muerto en 1953 y se iniciaba un proceso de descomposición en la URSS. Un largo proceso de lucha de clases en la sociedad soviética y en el seno del Partido acabará alumbrando el Jruschovismo, lo que se empieza a denominar revisionismo moderno. El Partido Comunista bolchevique de Lenin y Stalin, de Octubre, se ha desnaturalizado. El XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética formula, abiertamente, la revisión de la política de Stalin, el abandono del leninismo y de la lucha revolucionaria. Es de señalar la exclusión de Carrillo de la delegación del PCE con la excusa de ser imprescindible en París, así confiaban en él.
Poco a poco, y pese a la férrea clandestinidad, van llegando a España las noticias sobre este Congreso. En el seno del PCE comienza la discusión de las tesis carrillistas: “coexistencia pacífica”, “vía pacífica al socialismo”, colaboración de clases, ataques a Stalin… Santiago Carrillo publica en “Nuestra Bandera” la “política de reconciliación nacional” convocando una jornada de reconciliación nacional, de olvido de la guerra civil y abrazo a la burguesía. La dirección del PCE, sin conocer la existencia del artículo, hace declaraciones en contra. Carrillo se entera de esas declaraciones cuando el artículo todavía está en la imprenta sin hacer nada por retirarlo. A consecuencia de esta situación Santiago Carrillo estuvo a punto de ser expulsado del partido. Carrillo era el máximo responsable político de la organización del PCE en España, controlaba esa organización. La dirección no podía permitir que todo ese poder estuviese en manos de alguien que escapaba a su control y su actitud fue considerada como alta traición y a punto estuvo de ser expulsado por fraccionalista.
En la Conferencia de los Partidos Comunistas y Obreros de noviembre de 1957 que se celebró poco después del XX Congreso del PCUS en Moscú, así como en la siguiente Conferencia Internacional que contó con la asistencia de 81 partidos del mundo, en 1960, entre ellos el Partido del Trabajo de Albania, representado por el camarada Enver Hoxha, que mantuvo posiciones firmes, consecuentes y de principios, alentaron el surgimiento de nuevos partidos y organizaciones comunistas marxistas-leninistas a nivel internacional.
En enero de 1960 se celebra el VI Congreso del PCE que se realiza en Praga. Carrillo asciende a la Secretaría General y desplaza a Pasionaria a la presidencia del PCE. La dirección del PCE plasma formalmente las tesis de Nikita Jruschov a nuestro país. Este congreso, convocado al margen del conjunto de la militancia, modifica la Línea y los Estatutos, suprime las referencias a la lucha por la Independencia Nacional y refrenda la política de reconciliación nacional que había aprobado el Comité Central. De esta política revisionista sale el llamamiento a la Huelga Nacional Pacífica que tanto predicaba Carrillo.
¿Reconciliación nacional o lucha de clases revolucionaria?
La deriva oportunista y revisionista de Carrillo va en ascenso y el movimiento marxista-leninista comienza a agruparse. Inevitablemente las discrepancias en el seno del PCE se agudizan. En la primavera de 1962, el movimiento obrero inicia su despertar. El franquismo recurre, como siempre, a la más brutal represión. Mientras, Carrillo recomienda la lectura de la encíclica “Pacem in terris” en las organizaciones del PCE… ycélulas del partido e incluso algunas organizaciones regionales se oponen a la política de “reconciliación nacional” y al carrillismo. Se crean dentro del PCE células clandestinas de marxistas-leninistas que organizan el estudio de la obra de Marx, Engels, Lenin y Stalin y la difusión de sus textos. Santiago Carrillo y su equipo maniobran.
Tras los asesinatos de Grimau, Granados y Delgado por la dictadura las luchas obreras y populares, sobre todo estudiantiles, van en ascenso. Desde las grandes fábricas y cinturones industriales, el movimiento obrero irrumpe en la vida política del país.
En 1963 comienza la rebelión dentro del PCE contra el carrillismo por sus ataques a Stalin y la preconización de la política de “Reconciliación Nacional”. Primeros núcleos marxistas-leninistas se escinden del partido carrillista en Madrid, Barcelona, Euskadi, Andalucía y Galicia. A comienzos de 1964 los grupos marxistas-leninistas ya se han configurado en España. Desde 1963 actúan “La Chispa” y “ Mundo Obrero Revolucionario” y a principios de 1964 la organización “Proletario”. A ellos se unirá, poco después, la organización “España Democrática”, integrada por militantes comunistas españoles exiliados en Colombia. Todos estos núcleos marxistas-leninistas denuncian sin paliativos a todos los oportunistas sin principios. Comienzan los primeros esfuerzos para unificar a los grupos. Se trataba de sentar algunos ejes básicos: concepción leninista del Partido, carácter de la revolución en España, lucha antiimperialista, posición ante la polémica internacional…
Entre el 3 y 4 de octubre, tras un proceso de reuniones bilaterales se celebra la primera reunión conjunta de las organizaciones marxistas-leninistas. Se aprueba un Manifiesto para ir a la reconstitución del Partido Comunista de España (marxista-leninista) y se decide publicar el periódico del mismo con el nombre de Vanguardia Obrera. El 17 de diciembre se celebra el I Pleno ampliado del Comité Central. Si la Conferencia General fue la que consiguió la unificación formal de los grupos, el I Pleno Ampliado fue el que realmente unificó a los marxistas-leninistas de España. En él se sentaron las bases de la Línea Política del Partido, se eligió el Comité Central, el Comité ejecutivo y el Secretariado y se adoptaron las medidas precisas para el despegue y ulterior desarrollo del Partido. Así, el PCE(m-l) se configuró como uno de los partidos más antiguos de los que se reconstruyeron en Europa y junto a los de Brasil, Ecuador y Colombia, además del Partido del Trabajo de Albania, uno de los partidos que a lo largo de 59 años se ha mantenido cohesionado en su política y con una dirección continuada pese a traidores y liquidacionistas.
El PCE(m-l) desenmascara a Carrillo y su equipo publicando la primera edición de las “Adulteraciones del equipo de Santiago Carrillo”, un documento que desmenuza las posiciones del revisionismo a escala interna y externa. En 1968, Carrillo crítica la invasión del Pacto de Varsovia a Checoslovaquia, comienza su distanciamiento de la tutela de la URSS y su acercamiento, junto a los líderes revisionistas, el italiano Enrico Berlinguer y al francés Georges Marchais, a la línea independiente con respecto a Moscú conocida como “eurocomunismo”.
En el terreno internacional, 1971 y 72 se caracterizan por una ofensiva del PCE(m-l). El viaje de Santiago Carrillo a China a finales de 1971 y el establecimiento de relaciones diplomáticas con el estado franquista por parte de ésta, recibe su respuesta en Vanguardia Obrera, lo que no pasa desapercibido en España ni en el movimiento internacional. El PCE(m-l) es el primer partido del mundo que públicamente critica posiciones del PC Chino. A nivel interno del Partido, se profundiza la crítica de las posiciones maoístas y del PC de China.
El ocho de octubre de 1973 es convocada por la Oposición Sindical Obrera (OSO) con la oposición del PCE, la exitosa Huelga de la Construcción de Madrid. Una huelga a la que se unen afiliados de CC.OO. y otras organizaciones sindicales, además de miles de trabajadores sin afiliar. Alrededor de ochenta mil obreros participarán en los paros.
El 25 de Abril “Revolución de los claveles” en Portugal. El dictador Salazar tiene que abandonar el país. La situación que se está creando en la península Ibérica preocupa de manera alarmante no solo a la oligarquía europea sino especialmente al imperialismo yanqui. En julio se crea la Junta Democrática. Fue un organismo que los revisionistas ponen en marcha, por arriba y desligado de las masas, como oposición al franquismo. Nacida el 29 de julio de 1974 en París e impulsada por el PCE y liderada por Santiago Carrillo. En ella estuvieron integrados: PCE, PTE, Partido Carlista, CCOO, PSP de Tierno Galván, monárquicos liberales vinculados al padre del sinvergüenza rey emérito y siniestros personajes como Rafael Calvo Serer (Opus Dei), Antonio García-Trevijano y José Vidal-Beneyto. Se crea en junio la Plataforma de Convergencia Democrática, respuesta del PSOE a la Junta Democrática en su afán de controlar el proceso de pactos con el tardo franquismo que luego vendrían. Se integran en ella PSOE, MC, Izquierda Democrática, ORT, Unión Socialdemócrata Española, democristianos y socialdemócratas al margen de la Junta Democrática, con la que terminará fusionándose meses más tarde en Coordinación Democrática.
En julio se producen las primeras acciones armadas del FRAP y al mes siguiente es asesinado en El Ferrol, Ramón Reboira por la policía. Se producen detenciones en masa, torturas y juicios sin garantías a militantes del FRAP y ETA. Los juicios farsa de El Goloso condenan a muerte a varios de nuestros camaradas entre ellos a Xosé Humberto Baena Alonso, Ramón García Sanz y José Luis Sánchez Bravo.
Millones de personas salen a las calles en todo el mundo para intentar evitar los fusilamientos. Mientras tanto, los dirigentes del PCE y PSOE guardan en España un silencio cómplice que ilustra los lazos y sumisiones con que estaban atando ya la transición monárquica. Más aun. La dirección del PCE dio órdenes a sus abogados para que no defendieran a nuestros camaradas y a los compañeros de ETA presionando incluso a los que, valientemente, se atrevieron a hacerlo. También dio órdenes a su militancia en el extranjero de no colaborar con ningún acto solidario contra las penas de muerte pese a lo cuál personalidades como el poeta Rafael Alberti y su compañera Mª Teresa León participan en el mitin de Italia.
El papel de Carrillo en la Transición monárquica
Tras la muerte del dictador la maniobra de transición está en marcha. Dos días después es la coronación de Juan Carlos I como sucesor de Franco. Juan Carlos jura ante las Cortes “cumplir y hacer cumplir” las leyes fundamentales del reino y guardar lealtad a los principios del movimiento nacional franquista, como nuevo Rey de España. Mientras en este mes se producen luchas por doquier, los carrillistas y socialdemócratas de Coordinación Democrática, mas conocida despectivamente como la Platajunta, coinciden en el objetivo de allanar el terreno a la monarquía: la amnistía, la libertad de asociación política y la convocatoria de elecciones a Cortes Constituyentes pero ni un solo paso en apoyo y desarrollo de las luchas populares en curso.
En diciembre se hace el Referéndum sobre la Reforma política promovido por el gobierno del fascista Arias Navarro, más conocido como “el carnicero de Málaga” por sus actos represivos. Todos los partidos de la izquierda llaman a la abstención o al boicot. Ese mismo día, durante una manifestación de rechazo a la Ley, es apaleado mortalmente por la policía el joven Ángel Amazán Luna. El secretario general del PCE, Santiago Carrillo, es detenido en Madrid. Sale en libertad pocos días después. Antes de su retorno Carrillo ya había mantenido conversaciones, a través de terceros, con el gobierno de Adolfo Suárez. Carrillo había ofrecido garantías de moderación de sus militantes, así como la aceptación del régimen monárquico y de la bandera nacional, adelantándose en esto al propio partido socialista.
1977, tras cuarenta años de clandestinidad, es legalizado el PCE que cambió sus estatutos para ser aceptado por la Monarquía. A los cinco días este partido reconoce oficialmente la unidad de España, la bandera roja y gualda y la Monarquía. Antes, el 27 de enero, Carrillo se encuentra con Suárez y se compromete a que el PCE renuncie a reivindicar la República, a cambio de la legalización. El 2 de marzo, en una reunión celebrada en Madrid con la asistencia de Marchais y Berlinguer, Carrillo presenta de forma oficial el movimiento eurocomunista. El 9 de abril, el PCE es legalizado por el gobierno de Suárez, lo que provoca no pocas tensiones en su seno y cierto ruido de sables, con la dimisión inmediata del ministro de Marina.
Se firma el Pacto de la Moncloa. Un pacto que firman Santiago Carrillo y Felipe González con el gobierno de UCD del falangista Adolfo Suárez, la CEOE además de los dirigentes de CCOO, UGT y USO. Un pacto parlamentario que no solo hipoteca las reivindicaciones económicas y sindicales de la clase obrera, sino que también sacrifica sus objetivos políticos a la “estabilidad” del sistema monárquico. El Pacto de la Moncloa permite una transición “pacífica” de la dictadura a la monarquía (los más de cuatrocientos asesinados, los miles de encarcelados, etc que van desde la muerte del dictador hasta ese momento en manifestaciones, huelgas, paros y protestas sencillamente no existen para quienes firman el Pacto). Transición sin ruptura y sin que cambie nada esencial del régimen.
En abril de 1978 se inicia el IX Congreso del PCE, en el que se aprueba la decisión de Santiago Carrillo de abandonar el leninismo. Felipe González, primer secretario del PSOE, para no ser menos, anuncia que su partido va a abandonar el marxismo en su definición ideológica.
Diciembre: referéndum de la Constitución consensuada en el Parlamento de la monarquía. El PCE(m-l) llamó a votar NO mientras los carrillistas pedían el voto contrario.
El 15 de junio tienen lugar las primeras elecciones de la democracia monárquica en las que Carrillo es elegido diputado al Congreso por Madrid, formando después parte como tal en el proceso de elaboración de la nueva Constitución.
Tras los fracasos electorales de 1979 y 1982 Carrillo es cuestionado y debe dejar paso a la Secretaria General que asume Gerardo Iglesias con el que tuvo fuertes enfrentamientos que culminaron el 15 de abril de 1985, con la salida de la dirección del partido de Carrillo y sus seguidores. Su decadencia absoluta se produce al año siguiente cuando crea un nuevo partido denominado Partido de los Trabajadores de España-Unidad Comunista (PTE-UC), el cual fue incapaz de atraerse a las masas, por lo que termina integrándose en el PSOE junto con sus dirigentes, excepto Carrillo que no acepta el ingreso en el Partido Socialista debido a sus muchos años como militante del PCE.
Que en ese homenaje, hecho por traidores a la clase obrera afines a su rastrera y anticomunista trayectoria, se comenzara con las siguientes palabras “…[S. Carrillo] figura clave de la historia reciente de nuestro país…”, “se trata de una acto en el que se va a tributar un reconocimiento a su figura…”, “…una figura de una talla enorme dentro de la historia del siglo XX en España…” por parte de Paloma López, secretaria general de CCOO de Madrid y en sede sindical, ya dejan muy claro que el carrillismo, los oportunistas de todo pelaje, siguen maniobrando hoy como ayer, para ejercer como buenos bomberos del régimen y el capitalismo ante las luchas obreras y populares tributando un panegírico a uno de los mayores traidores al comunismo y a la causa obrera que ha dado la historia reciente.
Como vemos una trayectoria digna de un traidor, renegado en toda regla. Carrillo nunca fue comunista, Carrillo siempre fue un oportunista que siempre que pudo se puso al servicio de la burguesía contra el proletariado. El único homenaje que se merece es el de ser tirado al basurero de la Historia. Y con él, todos sus acólitos, pasados y recientes