El voto por la «salida» de la Unión Europea gana en el Reino Unido
En el Reino Unido, el referéndum sobre seguir o no en la UE ha resultado con la victoria del voto a favor de salir de ella, conocido como «Brexit». Con el 72% de participación, ha obtenido el 51,9 % de votos.
Ha sido un resultado muy ajustado y con grandes diferencias regionales. Los electores de Escocia y los del País de Gales han votado mayoritariamente por mantenerse en la UE, los sectores populares han votado por la salida, incluidos los del Partido Laborista, que había basado su campaña en mantenerse en la UE. Es un rotundo fracaso para todos los partidarios de la UE y de la construcción europea, en el Reino Unido y Europa.
Las explicaciones sobre el carácter reaccionario y racista de ese voto ocultan conscientemente las razones sociales del rechazo a la construcción europea, sinónimo de cada vez más flexibilidad, de austeridad, de desempleo, de dumping social. Una UE que impone la dictadura de las finanzas y el menosprecio por los pueblos.
Ese resultado se inscribe en precedentes notables: la victoria del NO en Francia y en los Países Bajos en 2005, en el referéndum sobre el tratado europeo (TCE); del NO griego en el referéndum de julio de 2015 contra el programa de austeridad impuesto por la troika; es el rechazo que se manifestó también en países como Dinamarca e Irlanda… Y cuando el resultado de un referéndum no corresponde a los intereses de la oligarquía, se obliga a votar otra vez (como en Irlanda), o se manipula, como ha sucedido con el tratado de Lisboa, que asume lo esencial del TCE.
En el Reino Unido, en la campaña para salir de la UE, había fuerzas sociales y políticas y sindicatos que han dado un contenido anticapitalista, de rechazo del neoliberalismo, a su campaña. Pero los comentaristas sólo hablan de las fuerzas reaccionarias, nacionalistas y racistas que han hecho campaña por la salida.
En varios países, esas fuerzas tratan de capitalizar el rechazo a la UE para llevarlo al terreno del nacionalismo, de la xenofobia. Esta realidad subraya la necesidad, para las fuerzas progresistas, de levantar la necesidad de la ruptura con la UE, con el euro, como parte integrante de la lucha contra la política neoliberal.
La victoria del «Brexit» no significa aún la salida efectiva del Reino Unido de la UE ni el hundimiento de la construcción europea. Es, sin duda alguna, un debilitamiento y una desestabilización del proceso de su construcción política. Esto, empero, no supone cuestionar la política neoliberal, la política de austeridad que es la línea de conducta de los gobiernos actuales.
En este contexto, queremos afirmar, en primer lugar, nuestro apoyo a las fuerzas que luchan en el Reino Unido contra la política neoliberal que han hecho campaña por la «salida» de la UE.
Ahora esas fuerzas necesitan la solidaridad de los que luchamos por los mismos objetivos, hay que desarrollar la solidaridad internacional.
Llamamos a la vigilancia y a la movilización contra los planes de la oligarquía, de los monopolios, que pretenden relanzar el proceso de integración en la UE.
Pensamos, en fin, que hay que plantear el problema de la salida de la UE y del euro, como parte integrante del combate para romper con el neoliberalismo, y por supuesto con el capitalismo.
El movimiento contra la ley El Khomri, una ley conforme a la imposición de la Comisión Europea, del BCE, así como el que se lleva a cabo en Bélgica contra el mismo tipo de ley antiobrera y antisocial, muestra claramente que esas leyes que llevan el “sello” de la UE están al servicio del capital, de la patronal, de los monopolios, y que son los gobiernos los que deciden aplicarlas contra «sus» propios pueblos.
París, 25 de junio de 2016
Partido Comunista de los Obreros de Francia