Partidos y Organizaciones de Europa miembros de la CIPOML
Desde enero una poderosa movilización, con huelgas y manifestaciones, ha lanzado a millones de trabajadores, hombres y mujeres, obreros, jóvenes, pensionistas, a las calles de las ciudades francesas. En el corazón de ese profundo movimiento, está el rechazo a una nueva contrarreforma del régimen de pensiones que pretende hacer trabajar dos años más a todo tipo de trabajadores. «64 años, NO» reclaman los manifestantes desde hace semanas en las grandes ciudades, pero también en las ciudades medianas de todas las regiones del país.
Desde el 19 de enero, ocho manifestaciones, las más importantes desde 1995, han sido convocadas por una intersindical que agrupa a todas las centrales sindicales. Esa unidad, que también es única desde hace años, se basa en el rechazo del aplazamiento de la edad legal de jubilación a los 64 años y en el rechazo del correspondiente aumento de los años de cotización. Esa posición no ha cambiado desde el inicio del movimiento. Esa firmeza de las direcciones de los sindicatos se debe en primer lugar a la presión de los trabajadores, manifestantes y huelguistas que no quieren «trabajar hasta la tumba».
En un país donde la tasa de sindicalización es baja, la unidad de los sindicatos ha facilitado la ampliación de la movilización de la clase obrera que es su columna vertebral y que ha arrastrado tras de sí a las masas. Una vez más ha demostrado su papel esencial en la sociedad, porque cuando se moviliza, haciendo huelga, todo el sistema se atasca. Es también la clase obrera la que está sometida a la superexplotación resultante de esa reforma y es también la movilización de la clase obrera la que golpea directamente a los beneficios capitalistas.
La reforma que es demasiado
La movilización se produce tras una oleada de huelgas que comenzó a finales de 2020 por el aumento de los salarios. Continúa, porque la subida de los precios afecta cada vez más a los salarios reales y a las condiciones de vida de las masas. En estas huelgas que afectan a los grandes monopolios (Total Energies, Sanofi…) así como a la mediana industria, subcontratistas de los monopolios, los trabajadores han organizado desde la base el bloqueo de la producción, con piquetes y el apoyo y la solidaridad de otros trabajadores y del pueblo.
Macron y su gobierno han multiplicado los ataques contra los desempleados, los sin techo, los jóvenes cada vez más precarios, las mujeres que trabajan en los servicios de salud, educación, asistencia social, ayudas a la tercera edad… todos sectores fuertemente afectados por la política de liquidación de los servicios públicos y de recortes en los presupuestos sociales. En todos estos sectores se han desarrollado resistencias y la gran movilización contra la reforma de las pensiones ha cristalizado las rabias y resistencias.
El “49.3” (1)
El 16 de marzo, el Primer Ministro recurrió al «49,3» para forzar la adopción de la reforma. A través de ese acto de fuerza «legal», Macron presenta su verdadera naturaleza: un presidente de combate que está al servicio de la patronal, de los ricos y de los productores de armas. Un presidente al servicio del sistema capitalista, que utiliza todos los mecanismos de las instituciones de la democracia parlamentaria burguesa para imponer el diktat de la oligarquía y sus monopolios.
De hecho, esa reforma está hecha para los grandes accionistas, los monopolios que quieren capturar los miles de millones sacados de las pensiones, los miles de millones sacados de los parados, los miles de millones sacados de la sobreexplotación de los trabajadores, los miles de millones puestos en la producción de armas, la militarización de la sociedad y el envío de armas para la guerra imperialista en Ucrania.
La respuesta a ese acto de fuerza ha sido inmediata: manifestaciones espontáneas, reanudación de las huelgas en varios sectores (energía, transportes, tratamiento de residuos…) y un nuevo llamamiento a la huelga y a la manifestación el 23 de marzo.
La lucha de clases se desarrolla en toda Europa y es particularmente fuerte en Francia
En toda Europa miles de trabajadores se movilizan contra los recortes presupuestarios y las medidas antipopulares de los actuales gobiernos, y por salarios más altos disminuidos por la inflación y los precios de la energía, agravados por el impacto de la guerra en Ucrania.
La clase obrera europea se enfrenta a las medidas neoliberales que intentan cargar sobre los hombros de los trabajadores el estancamiento económico y las repercusiones de la guerra en Ucrania.
Nosotros, partidos y organizaciones de Europa, miembros de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas, llevamos nuestro apoyo y solidaridad a la clase obrera, a los trabajadores, a la juventud, a las masas que se movilizan por millones en Francia.
Esta lucha está creando una profunda preocupación entre las burguesías y grandes expectativas positivas entre los trabajadores, la juventud en Europa;
Saludamos el coraje y la determinación de ese poderoso movimiento para obligar a retroceder a Macron y su gobierno al servicio «de los patrones, los ricos, los accionistas y los belicistas», como dice nuestro partido hermano, el Partido Comunista Obrero de Francia. El PCOF trabaja por el refuerzo del movimiento obrero y popular y por aumentar las conciencias sobre la necesidad de acabar con el sistema imperialista capitalista.
Nosotros, los partidos y organizaciones marxistas-leninistas trabajamos duro para desarrollar la lucha de clases en cada uno de nuestros países y a nivel internacional, en el espíritu revolucionario e internacionalista de nuestra reivindicación «¡trabajadores de todos los países, uníos!».
19 de marzo de 2023
Partidos y Organizaciones de Europa miembros de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas – CIPOML
– Organización para la Construcción del Partido Comunista Obrero de Alemania (Arbeit Zukunft)
– Partido Comunista de los Trabajadores de Dinamarca – APK
– Partido Comunista Obrero de Francia -PCOF
– Plataforma Comunista de Italia
– Partido Comunista de España (Marxista-Leninista) – PCE (m-l)
– Partido del Trabajo (EMEP) de Turquía
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(1) El 49.3 es un «mecanismo constitucional, en manos del gobierno, para detener la discusión parlamentaria».