Por Julio Calafat
La baronesa «pobre de pedir», Esperanza Aguirre, no se enteraba, ni quiere enterarse, de los sabrosos chanchullos que sus colaboradores llevaban a cabo cuando era ella la que mandaba por estos pagos. Con un descaro y chulería aristocrática, afirma que ella no se ocupaba de las cuestiones económicas (millones arramplados por sus colegas), pues tenía mucho que hacer construyendo hospitales…Al igual que la pobrecita Infanta, se hace «la tonta, ciega, sorda y muda»
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Algo sobre la injusta justicia: «No creo que sea un problema de cuatro manzanas podridas, lo que está podrido es el cesto”. “En nuestro país no dimite ni un rector por plagiar ni un cura por abusar ni un político por robar» «Nuestras leyes penales son muy duras con conductas vinculadas a la libertad de expresión, así como la criminalización de la pobreza. Pero son extremadamente suaves con la delincuencia política y financiera.» Sobre el juicio contra la Infanta: “Jamás he visto en un juzgado a una persona imputada con semejante despliegue a su favor de instituciones públicas para exonerarla de cualquier culpa.» Justicia de clase, ¿o no? (declaraciones del miembro de Jueces para la democracia, J. Bosch).
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El alcalde de Alicante, Gabriel Echavarría, ha aceptado reponer las placas franquistas en las calles de la ciudad, por orden de un juzgado que sentenció a favor del PP, oponiéndose así a lo decidido por la ley sobre la memoria histórica. Y otro juzgado, petición del PP, se negó a que los restos del dictador fascista Franco fueran trasladados fuera del Valle de los Caídos, que es un monumento a los crímenes de la dictadura encabezada por el «generalísimo». Algo pasa en la judicatura que como diría Hamlet, hace «que algo huela mal (a podrido) en el reino…». El PP apesta…