C. Hermida
Nuestro Partido acaba de celebrar, entre el 6 y el 8 de diciembre de 2024, su X Congreso, en el momento en que se cumplen 60 años de su fundación. Sin duda, una fecha llena de significado político y con una fuerte carga emocional.
A lo largo de estos años hemos atravesado por multitud de circunstancias; sin duda hemos cometido errores, pero también muchos aciertos. Lo que nadie puede poner en duda es que nos hemos mantenido fieles a unos principios ideológicos y políticos: la lucha contra el revisionismo y la defensa del marxismo-leninismo como principio y guía de nuestra actividad.
Otros partidos que surgieron durante el largo período de la lucha antifranquista han desaparecido, pero el PCE (m-l) sigue aquí, en el combate contra la monarquía, por la República Popular y Federativa, en la perspectiva de la revolución socialista, y nuestra permanencia a lo largo de los años no es una casualidad, sino el resultado de una interpretación correcta de la realidad política social y económica de nuestro país. Muchos militantes que empezaron esta lucha en 1964 ya no están con nosotros, pero otros hombres y mujeres han seguido nutriendo nuestras filas, porque han visto en el partido el instrumento de lucha adecuado, la herramienta precisa para transformar la realidad y hacer posible la emancipación de nuestro pueblo de la explotación y la servidumbre del capitalismo.
Salimos reforzados de este Congreso en todos los órdenes. Disponemos de un Programa, Línea política y Estatutos, junto con un conjunto de documentos, que nos van a permitir actuar entre las masas, participar en sus luchas y ejercer una labor de dirección. Y esa ligazón con la clase obrera y las masas populares permitirá el crecimiento de nuestra militancia y la formación de nuevos cuadros.
Uno de los aspectos más significativos de este Congreso es la nutrida participación de jóvenes en los trabajos y discusiones, y su promoción a las tareas de dirección. La combinación equilibrada de juventud y veteranía en los órganos de dirección nos asegura que el Partido se renueva sin saltos en el vacío, aprovechando la experiencia política de militantes históricos junto con la iniciativa de unos jóvenes que llegan cargados de ilusión, con un renovado espíritu de lucha y conscientes de tomar el relevo cuando les llegue el momento.
Podemos sentirnos satisfechos de este Congreso, de sus análisis y debates, del espíritu de camaradería que ha imperado durante sus sesiones. La clausura fue una muestra evidente del entusiasmo que todos sentimos al ver un Partido unido, cohesionado y dispuesto a afrontar las duras tareas que nos deparará el futuro.
Y, por supuesto, este Congreso ha tenido un profundo carácter internacionalista, con presencia de camaradas de partidos hermanos, decenas de saludos de los mismos y del Comité Coordinador de la CIPOML. Este es un aspecto a destacar, porque nuestra lucha es global, abarca a los trabajadores del mundo. Las victorias, las derrotas y las experiencias de los partidos y organizaciones que integran la CIPOML son también nuestras. Formamos parte del ejército del proletariado mundial. El comunismo ha sido, es y será siempre internacionalista. Forma parte irrenunciable de nuestras señas de identidad.
El avance del fascismo y la reacción, la amenaza de guerra imperialista generalizada y el deterioro social que provoca la crisis capitalista son algunos de los retos a los que nos vamos a enfrentar. Y lo vamos a hacer con la misma determinación que nos ha caracterizado siempre. Con disciplina, con unidad, con rigor, combatiendo al lado de la clase obrera y los sectores populares, desplegando todos los medios de combate que las diferentes coyunturas nos impongan. Estamos dispuestos y en orden de batalla para intervenir en la creciente agudización de la lucha de clases que ya está presente en nuestra sociedad.
En amplios sectores populares se aprecia un sentimiento de resignación, de fatalidad, como si el orden capitalista fuese inamovible y tuviésemos que adaptarnos necesariamente a vivir en esta barbarie. Es el resultado de la difusión masiva de la ideología burguesa, que busca precisamente eso, la pasividad de las masas, el individualismo, la aceptación del orden establecido. Pero también se debe a la frustración que ha provocado la política de gobiernos falsamente progresistas, que han engañado y vendido humo, sin dar alternativas a los problemas reales de las clases populares.
Para superar esta situación es imprescindible librar una lucha ideológica constante mediante la difusión del pensamiento y el análisis marxista, desmontando las mentiras, los bulos y las tergiversaciones de la derecha, y desenmascarando simultáneamente las falsas soluciones envueltas en discursos de progreso que dejan intactas las cuestiones estructurales causantes de los desastres sociales que padecemos.
Pero no se trata únicamente de elaborar análisis teóricos, sino de llevar a cabo una práctica que nos acerque a las masas, implicarnos en sus problemas reales, que se nos vea como hombres y mujeres que peleamos por los asuntos de la vida diaria, dando siempre una perspectiva de clase en nuestras acciones. Así nos convertiremos en la vanguardia de los trabajadores.
Sesenta años de lucha nos avalan, son el bagaje histórico del que estamos orgullosos. Sí, muy orgullosos de ser comunistas, de batirnos por un mundo mejor, sin explotados ni explotadores, de militar en el Partido fundado por Raúl Marco y Elena Ódena. Orgullosos de no haber renunciado a nuestros principios ni en los momentos más difíciles.
Camaradas: nuestro Partido ha escrito páginas imborrables de la Historia de España, que estarán siempre presentes en la memoria histórica de los trabajadores. Vamos a recorrer juntos el camino que nos conducirá a la victoria, hasta alcanzar el socialismo y el comunismo.
¡¡¡VIVA EL PARTIDO COMUNISTA DE ESPAÑA (MARXISTA-LENINISTA)!!!