Gustavo Tajo
Barbie se ha convertido en la película más taquillera de lo que llevamos de 2023.
En la actualidad, el juguete de Barbie está relacionado a una representación de la misoginia y los cánones que deben cumplir las mujeres, aunque significó un avance respecto a los juguetes «para niñas» del momento, ya que representaba una mujer adulta e independiente frente al resto de juguetes orientados a la educación de las niñas a la maternidad y la gestión del hogar. Posiblemente, la directora de la película, Greta Gerwing, busque conectar con esta idea.
La película se ambienta en Barbieland, un lugar fantástico donde viven todas las Barbies y Kens que en nuestra realidad son los juguetes que vemos todos los días. Allí la vida es una ideal, donde las Barbies son las que ostentan todo el poder político, social y económico, al contrario que los Kens que son, como afirma la propia película, un accesorio de las mujeres. Sin embargo, la Barbie estereotípica (interpretada por Margot Robbie) empieza a tener pensamientos acerca de la muerte y sufre una serie de cambios físicos que la preocupan. Es por ello que para “arreglarse” viaja al mundo real para entender su problema y solucionarlo. A este viaje se une Ken estereotípico (interpretado por Ryan Gosling) quien conoce la existencia del patriarcado en nuestra sociedad y regresa para implantarlo en Barbieland, transformándolo en Kendom, una sociedad distópica, reflejo invertido del sistema anterior.
La plantilla de actores es muy buena. Margot Robbie como Barbie ha sido una de las mejores elecciones junto a la de Ryan Gosling como Ken. Los efectos especiales también son de buena calidad y no rompe con la estética planteada en el filme.
Esto es muy interesante: en Barbieland se utiliza una estética y una lógica propias de un mundo de juguetes, caricaturizado, sin romper con el hecho de que los actores son de carne y hueso. Además, estética y humor van de la mano. El uso del punto de vista femenino sobre la sociedad y de una decorada crítica feminista consiguen que muchas se sientan identificadas con situaciones propias de las mujeres o de ciertas ironías del sistema actual y cómo se justifican ideológicamente ocultando la realidad.
Algunos de los grandes aciertos de la directora son la banda sonora y las coreografías. Desde “Pink” de Lizzohasta la emotiva “WhatWas I MadeFor” de Billie Eilish, junto a las coreografías de “Dance theNight” y “I’mjust Ken”, son canciones muy pegadizas. Raro es el fan de Barbie que no las haya vuelto a escuchar una y otra vez.
A partir de este punto es cuando empiezan los spoilers. Lo que más chirría de la película es la crítica que se hace al patriarcado y la precaria vida de la mujer. Y no es por lo que piensan algunos reaccionarios afirmando que al final de la película “humilla a los hombres”, cuando realmente el mundo de Barbieland es un paralelismo del mundo real. Es decir: para la directora tanto su Barbieland como el mundo real son dignos de crítica.
Sin embargo, la directora afronta esa crítica proponiendo un trillado reformismo para ambos escenarios. Algo que, como ya sabemos perfectamente a estas alturas, sólo alarga la vida a un sistema que está en constante agonía. La única solución a los problemas sociales de fondo que se reflejan en la película es la revolución proletaria: el fin del capital y su sistema que permitirá la igualdad real (económica, social, política) en el género humano, sin importar su raza, sexo, género, orientación sexual, etc.
A modo de conclusión decir que es una película para disfrutar, especialmente entre las mujeres, ya que esconde guiños y mensajes especialmente dirigidos a ese público. Su humor y estética inigualables y la pegadiza banda sonora no te dejarán indiferente.