PCE(m-l)
Juan Antonio González Pacheco, conocido como, ha fallecido hoy a causa del Covid19. Este expolicía fue un brutal torturador en la última etapa del franquismo. Muchas de sus víctimas han relatado el horror que padecieron en la Dirección General de Seguridad a manos de este inspector de la Brigada Político-Social. Fueron muchos los antifascistas que sufrieron sus interminables sesiones de tortura y sus métodos sádicos, y todos coinciden en que disfrutaba causando dolor.
Nuestra “modélica” Transición permitió que todos estos criminales quedaran impunes y pudieran seguir en sus puestos. Jueces, militares y policías franquistas; en fin, todo el aparato represivo se mantuvo intacto y se colocó al servicio de la monarquía juancarlista. Billy el Niño, para escarnio de todos los que padecieron sus atrocidades, fue varias veces condecorado con medallas que incrementaron su pensión.
A pesar de que sus víctimas reclamaron justicia y que esas condecoraciones le fueran retiradas, nunca fue juzgado ni privado de esas medallas que chorreaban sangre. Hoy ha muerto y los antifascistas nos alegramos, pero lo lamentable es que no se le pudo sentar en el banquillo para que respondiera por sus atrocidades.
Hechos como este demuestran que no vivimos en una democracia, ni puede serlo mientras tengamos una monarquía que es heredera directa del franquismo. Solo la República permitirá que se haga realidad lo que nuestro pueblo reclama: Verdad. Justicia y Reparación para todos los que sufrieron baja la dictadura terrorista de Franco.
7 de mayo de 2020