JCE(m-l)
Los marxista-leninistas no son conservadores y fanáticos, como son acusados por los revisionistas y los burgueses. Por el contrario, son las personas más progresistas, combatientes decididos contra todo lo caduco y retrógrado. Se mantienen firmemente en las posiciones de lo nuevo y luchan con todas sus fuerzas por su victoria. (Enver Hoxha, Informe ante el VIII Congreso del PTA).
No solo es cierto lo que decía el camarada Enver, sino que además las comunistas tenemos el deber de apoyar toda lucha de todos los oprimidos contra nuestros opresores, lo que incluye, por supuesto, la lucha por los derechos LGBTI.
Las mismas estructuras, empresas y personas que oprimen y explotan a la clase obrera en general oprimen y explotan también al colectivo LGBTI. Prueba de ello es la desproporcionada precariedad laboral que sufrimos. O que es la misma policía que desahucia y reprime a huelguistas la que nos zurraba cuando nos manifestábamos por el asesinato homófobo de Samuel Liz. Que la misma Iglesia Católica que bendecía los fusilamientos de antifascistas bendice y aprueba los tratamientos de conversión para gays y lesbianas, o que los mismos tiktokers mononeuronales que te venden criptomonedas te hablan también de la “dictadura woke”.
Condenamos que el Día del Orgullo se haya convertido en una fiesta totalmente mercantilizada en lugar de una jornada de lucha, pues así fue como empezó. Una lucha que, lejos de estar terminada, es hoy más importante que nunca, así como es más importante que nunca entender que solo nos libraremos de esta opresión, como de todas, a través de la superación del modo de producción capitalista y todas sus relaciones sociales.
Aún arrastramos los efectos de la crisis de 2008, y además estamos viviendo el comienzo de otra, con consecuencias que vemos cada día:
-Los imperialistas se preparan para la guerra: suben los presupuestos militares, bombardean países enemigos, imponen o extienden el servicio militar obligatorio, etc. Se preparan ideológicamente también: extienden y propagan discursos nacionalistas y racistas, publican noticias y documentales sobre los “beneficios” de la industria militar, y hacen llamamientos a estar unidos, trabajadores y empresarios, por “la defensa de la patria”.
-En lo económico llegan los recortes (en parte para financiar esos presupuestos militares), los despidos, suben los precios. Coge fuerza el fascismo, el discurso “libertario” y antiobrero. Se criminaliza la pobreza, la protesta y se busca otros a los que echar la culpa de nuestros males (los inmigrantes que nos quitan el trabajo, los gays que imponen su ideología, los okupas que se van a meter en tu casa…).
Todo porque en el capitalismo la única salida a la crisis es esa: guerra para conseguir nuevos recursos y mercados, y aumento de la explotación en casa para llenar los bolsillos de los empresarios.
Por eso en este contexto los derechos que tanto nos ha costado conquistar se ven amenazados, y discursos y comportamientos que poco tiempo atrás parecían inaceptables vuelven a aparecer en público. Por eso hoy organizarnos es más necesario que nunca, porque vivimos una época de intensificación de la lucha de clases, y la defensa de los derechos LGBTI es una parte inseparable de ella.
Condenamos con más fuerza aún los intentos de utilizar el colectivo LGBTI para hacer pasar por “progresistas” a empresas, estados y ejércitos imperialistas.
Llamamos a toda la juventud, tanto del colectivo LGBTI como no, a organizarnos y a luchar, por nuestros derechos, por los de nuestras amigas, vecinas y compañeras de trabajo, por los de la clase obrera.
En Palestina, en Stonewall o en las barricadas de Cádiz,
¡NI UN PASO ATRÁS!
