Queridos camaradas, en primer lugar les traigo los fraternales saludos del Comité Central del Partido del Trabajo.
Camaradas, con la profunda crisis del capitalismo de 2008, ha quedado claro para millones de trabajadores, hombres, mujeres, jóvenes, que el capitalismo no puede aportar nada más que miseria, desempleo, destrucción de las fuerzas productivas. Los gobiernos han utilizado millones para ayudar a los monopolios y a los bancos, mientras que millones de personas se han quedado sin trabajo, abandonadas en la más absoluta pobreza.
Los monopolios internacionales han aprovechado este período para aumentar la imposición de trabajo flexible y las subcontratas; los sindicatos y las luchas políticas son criminalizados, y en la medida en que han podido, han rebajado los salarios e impuesto condiciones de trabajo extremamente duras. La explotación capitalista, en fin, se ha intensificado en todo el mundo.
Una voz más, queda claro que el capitalismo significa pobreza en la riqueza, y la tendencia a ahondar el foso de la distribución de la riqueza. Pero lambién se desarrolla la lucha contra este sistema caduco. En todo el mundo se producen revueltas populares y se organiza la resistencia; junto a la clase obrera y los trabajadores, las mujeres y los jóvenes desempeñan cada vez más un papel activo en la lucha revolucionaria. Hoy ya nadie cree que el capitalismo, el imperialismo, sea la paz, la prosperidad, la felicidad… Las rebeliones y los movimientos populares aumentan contra la injusticia social y las dictaduras apoyadas por las potencias imperialistas.
Desgraciadamente, los marxistas-leninistas no somos todavía la fuerza revolucionaria que pueda dirigir esos movimientos populares y orientarlos hasta el fin. Pero en todas partes, donde estamos presentes, contribuimos al éxito de esos movimientos e impedimos que las revoluciones populares sean absorbidas por la burguesía y las fuerzas reaccionarias. Los marxistas-leninistas desarrollamos una política frentista que corresponde a las necesidades de la lucha de clases, defender a las clases populares, conquistar nuevos derechos y rechazar los ataques de la burguesía y la reacción. Tenemos aún mucho camino que recorrer, mas sabemos que es posible asumir nuestra responsabilidad histórica, y que podemos ser optimistas, pues se dan todas las razones objetivas para ello.
Decía Lenin en 1913:
«La clase obrera no muere, crece, se fortalece, madura, se une, se educa y se templa en la lucha. Somos pesimistas en lo que se refiere al régimen de servidumbre, al capitalismo y a la pequeña producción, pero somos optimistas fervorosos en lo que se refiere al movimiento obrero y sus fines.» («La clase obrera y el neomaltusianismo»).
Queridos camaradas, somos los partidos independientes de la clase obrera, y en tanto que ésta crece, se fortalece, madura y se une, nuestros partidos crecerán, se fortalecerán y aumentarán su influencia en las capas populares. Sabemos que la burguesía no cesará jamás sus ataques políticos e ideológicos contra los partidos de vanguardia de la clase obrera. Intentarán por todos los medios dividir a nuestros partidos y debilitarlos para impedirles cumplir su papel histórico. Pero, haga lo que haga la burguesía, su derrota es ineluctable; somos capaces de detener todos los ataques; no sólo contamos con las experiencias históricas del movimiento comunista internacional, sino que, además, compartimos nuestras mutuas experiencias con espíritu de camaradería.
¡Viva el socialismo! ¡Viva la solidaridad proletaria!
¡Viva el Partido Comunista de España (marxista-leninista)!