El gobierno PSOE-UP impone una grave derrota a la lucha por las pensiones públicas
El 15 de octubre debe ser una jornada de lucha unitaria de todos los pensionistas y trabajadores sin distinción.
¡Paremos la ofensiva del Gobierno, la banca y la UE contra las pensiones con una Huelga General!
El día 9 de junio el «Gobierno de Progreso» impuso una derrota a los pensionistas y a los trabajadores con la aprobación de la ley de Planes de Pensiones de Empresa en el Congreso. Este hecho estuvo precedido de una serie de medidas que apuntan a liquidar el sistema público de pensiones. Podemos tomar como inicio de ese plan la firma del Pacto de Toledo por todo el arco parlamentario, la revalorización sobre la base del IPC medio y ahora se encamina al segundo tramo para la privatización del sistema público de pensiones.
Las ilusiones de que un gobierno de izquierda formado por la coalición PSOE-UP defendería el sistema público de pensiones fueron desmentidas por los hechos. Las distintas direcciones de los pensionistas en lucha alimentaron esas ilusiones y las medidas tomadas hasta ahora fueron con el fin de presionar al parlamento y a los parlamentarios de izquierda denunciando a la derecha y al neoliberalismo y al ministro Escrivá como los responsables de la ofensiva, para no enfrentarse con el gobierno. Sin embargo, el ataque vino desde el gobierno en el que había que confiar.
La división de las organizaciones de lucha de los pensionistas fundamentalmente a partir de la IV Asamblea de la COESPE favoreció los planes privatizadores del gobierno quebrando la unidad de acción lograda hasta ese momento.
Las direcciones de las dos principales centrales sindicales CCOO y UGT colaboraron en esta línea apoyando el pacto de Toledo, manteniendo a la clase obrera al margen de lo que se estaba fraguando a sus espaldas, defendiendo su propio negocio como gestoras de planes privados de pensiones de empresa. No es menos cierto que los sindicatos combativos no han dado una lucha a fondo por hacer del futuro de las pensiones una causa decisiva de los trabajadores activos. Éstos serán los grandes afectados en el futuro de las reformas que se están aprobando y pese a ello son los grandes ausentes en esta lucha. Hoy hay que hacer el balance para definir cómo seguimos la lucha.
Al negro panorama que teníamos con la crisis económica antes de la pandemia, y con la pandemia después, se suma ahora la guerra de Ucrania detrás de la cual el gobierno alineado con el imperialismo yanqui (la OTAN) y su socio menor la Unión Europea redobla su ofensiva contra los trabajadores. A la reafirmación de las leyes anti obreras y anti pensionistas que había prometido derogar durante la campaña electoral se le suman nuevos ataques como una inflación de dos dígitos que se come nuestro poder adquisitivo y un Pacto de Rentas que se está fraguando entre el gobierno, las patronales y los «agentes sociales» (CCOO y UGT) con el propósito de congelar los salarios, las pensiones y las ayudas. Otro tema de gran importancia donde el gobierno lanzó una gran propaganda diciendo que se blindaba la sanidad con el anteproyecto de Ley de Equidad Universalidad y Cohesión del Sistema Nacional de Salud en realidad es para defender la privatización.
La escalada descontrolada de precios se come los planes de ayuda que va presentado el gobierno antes de que se apliquen, sumado al aumento del presupuesto militar que significa recortes en sanidad, educación y ayudas sociales. La cumbre de la OTAN realizada en Madrid (pagada con nuestro dinero) además de la extensión internacional de la guerra resolvió aumentar el gasto militar de forma espectacular. EEUU decidió aumentar su presencia militar en España y el presidente del Gobierno no opuso reparos, ni siquiera lo condicionó a un debate parlamentario. Las decisiones suponen echar más gasolina a la guerra a nuestra costa. Está claro ya que con firmas y entrevistas con parlamentarios no vamos a frenar la privatización de las pensiones.
La situación es mucho más grave que en el 2018 cuando salimos a repudiar el aumento del 0,25% de Rajoy. Para lograr nuevamente la masividad y unidad de entonces, necesaria para frenar la privatización de las pensiones, debemos poner en pie de lucha a las organizaciones de pensionistas sin distinciones para recuperar la unidad en la lucha, pero para eso hay que cambiar la estrategia: el gobierno PSOE-UP no es un aliado,sino que representa a los grandes capitales, a la banca y a la Unión Europea. Escrivá, Calviño y la derecha «neoliberal» no están al margen del Gobierno, forman un frente con él contra la clase obrera y los pensionistas.
Por un plan de lucha contra los planes del gobierno
Debemos recuperar las asambleas masivas de pensionistas, basta de chiringuitos y de sectarismos, hay que unir a los trabajadores sobre la base de un verdadero plan de lucha que concentre nuestros reclamos: pensiones y salarios mínimos de 1200€, igualdad para trabajadores y trabajadoras, derogación de las reformas laborales y de pensiones, no a la privatización del sistema público de pensiones, de la sanidad y de los servicios públicos, no al aumento del presupuesto militar, fuera la OTAN, no a la represión a los inmigrantes, no a la militarización de las fronteras, por el inmediato retiro de las tropas españolas de la guerra, por asambleas unitarias de todas las organizaciones pensionistas invitando a sindicatos y trabajadores en activo que aprueben un verdadero plan de lucha y que inicie la agitación sobre la urgente necesidad de una huelga general. En esta perspectiva apoyamos y convocamos a la concentración propuesta para el 15 de octubre.
Trabajadores Pensionistas* Contacto: [email protected]
*Trabajadores pensionistas no es una organización aparte de las que existen, es una corriente de opinión de compañeros y compañeras que están integradas en las organizaciones existentes.