C. Hemida
En literatura, pintura, escultura, música, etc., hay buenas y malas obras Y en el caso de la última novela de Eva Baltasar, su libro se encuentra en la segunda categoría. Dividida en dos partes, en la primera –Ocaso– nos presenta a una joven protagonista, titulada universitaria, que es desalojada violentamente de la habitación alquilada en la que reside; simultáneamente es despedida arbitrariamente de su trabajo precario y se ve obligada a vivir en la calle, hasta que decide limpiar casas para subsistir. Hasta aquí, el panorama en el que se encuentran millones de españoles, hombres y mujeres, sometidos a la explotación, injusticia y brutalidad de un sistema económico –el capitalista–cuyo único objetivo es la ganancia.
Pero todo eso hay que saber contarlo, crear una pulsión narrativa que haga creíble las situaciones y los personajes, algo que falta en esta novela, en cuya segunda parte –Fascinación– la protagonista establece una extraña situación con una mujer, María, que no se sabe que papel juega en una narración que finaliza de un modo absurdo y delirante.
Ocaso y Fascinación es un texto fallido, en el que falta cohesión en las piezas que componen el relato. No basta con querer denunciar una situación, también hay que hacerlo con solvencia. No ayuda tampoco el empleo de un lenguaje que pretende en ocasiones ser desgarrado y otras vagamente poético, y con el que se aspira a suplir evidentes carencias literarias.
Las librerías están llenas de novedades. Se publica mucho y en demasiadas ocasiones con poco nivel de exigencia y rigor. Muchas editoriales se dejan llevar por las modas y prima más el mercado que la calidad. Este es un ejemplo. Una novela que podríamos catalogar como social-feminista, pero mediocre, aunque no dudo que tendrá buenas críticas en algunos sectores en los que predomina la estulticia y la ignorancia.