Redacción
El sábado 19 de abril, en plena Semana Santa, centenares de vecinos de la Alcarria conquense, provenientes de distintos pueblos y pedanías de la zona, se manifestaron en Huete (Cuenca) contra las macrogranjas. Con el lema: “Ni en tu pueblo, ni en el mío”, “Las macrogranjas destruyen los pueblos”; se movilizaron para defender el futuro de todos y cada uno de los pueblos, para actuar unidos contra el plan de once proyectos nuevos y una ampliación, que se ubicarían en ocho localidades.
Temen que, dada la política de la Junta de Comunidades y la respuesta nada satisfactoria del Gobierno regional, se reactive el proyecto de 61 macrogranjas en la región, al concluir la moratoria que finalizó el 31 de diciembre de 2024. Advierten además de los peligros de instalación de las plantas de biogás, que den pie al incremento de macrogranjas.
Estos proyectos pueden reactivarse en la zona, inundando sus localidades con miles de cabezas de ganado. Denuncian el ataque medioambiental y sanitario; el vertido de miles de toneladas de purines que contaminan el aire, la tierra y los acuíferos. Una industria que prácticamente no crea empleo y destruye los proyectos de vida, de desarrollo de turismo rural, de cultivos…
La manifestación discurrió en un ambiente combativo y unitario de todos los pueblos.
Al final representantes de las diferentes localidades, leyeron un manifiesto que recogemos a continuación:
NO ROTUNDO A LAS MACROGRANJAS
Esta plaza es ahora mismo, el corazón de la Alcarria conquense. Estamos aquí, codo con codo, gentes que llevamos con orgullo el nombre de nuestros pueblos: de Bólliga a Huete, de Villar de Domingo García a Villaconejos de Trabaque y Priego, de La Ventosa a Valdemoro, pasando por Villarejo del Espartal, Villanueva de Guadamejud, La Peraleja, Olmeda de la Cuesta, Gascueña, Tinajas, Portalrubio, Villalba del Rey o Moncalvillo.
Y lo hacemos en defensa de nuestro futuro, del de todos y cada uno de nuestros pueblos y como si fuéramos uno solo.
Un futuro que para nosotros empieza eliminando los principales riesgos para vivir dignamente y para atraer proyectos económicos que realmente potencien la economía y a la población de la zona, no sólo fijando la poca que queda, sino atrayendo a más gente que quiera emprender y vivir aquí.
Y eso se inicia con un NO ROTUNDO A LAS MACROGRANJAS, las pongan donde las pongan. Ese es el espíritu del lema “ni en tu pueblo, ni en el mío” que nos hermana y nos da la fortaleza para actuar unidos.
Ese espíritu nos ha traído aquí, esta vez para protestar por la posible puesta en marcha de los nuevos proyectos de instalaciones porcinas que quedaron paralizados por la moratoria del gobierno castellano-manchego. Una moratoria que finalizó el uno de enero y que puede dar vida nada menos que a 61 macrogranjas en la región cuya tramitación quedó entonces paralizada. De hecho, la Junta ya ha notificado a sus promotores que, si lo desean, pueden volver a reactivarlas.
¿Y que supondría todo esto para nuestras vidas? Si todos estos proyectos ven la luz, se aumentaría la actual cabaña porcina de Castilla La Mancha en casi 363.000 cabezas más, un 19% más de cerdos respecto a la cifra actual.
Para que las cifras nos toquen más de cerca: 25 de esos proyectos se centran en Cuenca y 12 de ellos aquí mismo, en la Alcarria conquense.
Son 11 de nueva creación y uno de ampliación: 1 en Priego, 3 en Gascueña, 2 en Portalrubio, 1 en La Ventosa, 1 en Bólliga, 1 en Villaconejos del Trabaque, 2 en Villar de Domingo García y 1 en Huete.
12 macrogranjas que supondría aumentar la capacidad de producción de cerdos en 78.088 cabezas más, con un consumo de agua al año de 252 millones de metros cúbicos, más de tres veces de lo que dispone durante un año toda la población humana que reside en la Alcarria Conquense.
Además, esos animales producirían casi 134.000 metros cúbicos de purines, que darían para llenar 40 piscinas olímpicas al año, aunque dudo que nadie quisiera bañarse en semejantes albercas de mierda
Una bomba medioambiental y sanitaria, traducida en mal olor, insectos e insalubridad, junto a miles de toneladas de purines, que suponen la contaminación de nuestro aire, nuestra tierra y nuestros acuíferos.
Todo un riego para la salud y la economía de quienes vivimos en la zona de influencias de las macrogranjas que acaba con nuestro futuro y el futuro de cada uno de nuestros pueblos y de la Alcarria conquense.
Porque si nosotros, con historia, con arraigo y con amor por nuestra tierra, no podemos vivir en ella. ¿Quién lo hará? ¿Seguirán viniendo nuestros hijos o nietos al pueblo cuando beber un vaso de agua sea un ejercicio de fe? ¿cuándo cultivar las tierras suponga un riesgo difícilmente asumible? ¿cuándo nuestras casas hayan perdido tanto valor que no merezca la pena dedicarles el mínimo cuidado?
¿Quién querrá iniciar cualquier proyecto económico y de vida alternativo donde no se puede ni vivir?
Las macrogranjas o, mejor dicho, los proyectos de ganadería industrial que motivan nuestra preocupación y que nos han traído aquí, siguen latentes en el registro oficial de la Consejería de Desarrollo Sostenible.
Sólo uno de esos proyectos se ha registrado como Anulado-Archivado, ha sido muy recientemente el 9 de Abril, que corresponde al Ayuntamiento de Huete. Pero en concreto en Huete queda otro del año 2021 de 6000 cerdos que se podría reactivar y en la misma zona están 4 expedientes en Portalrubio que se podrían reactivar también.
Tenemos claro que hasta que en ese registro TODOS los expedientes de los proyectos no aparezcan como ANULADOS, tras su archivo definitivo, nuestra lucha en contra de cada uno de estos proyectos y para proteger a nuestros pueblos debe continuar.
Muy importante también el papel de nuestros ayuntamientos y por ende de los alcaldes y alcaldesas en última instancia para poner límites a la tramitación de dichos EXPEDIENTES.
La nueva legislación autonómica puesta en marcha en Enero de 2025, en relación a la tramitación de las Autorizaciones de Impacto Ambiental permite que los Ayuntamientos puedan presentar informes en los que digan si están a favor o en contra de los proyectos de macrogranja en su municipio mostrando los perjuicios que para la economía y el desarrollo de nuestros pueblos provoca la ganadería industrial intensiva.
Además, desde las alcaldías es desde donde nos deberían llegar las notificaciones del cierre y anulación de la tramitación y su desestimación definitiva.
Somos conscientes de que aunque se anulen algunos proyectos se pueden solicitar más tarde y es por eso que no bajamos la guardia ante tales amenazas al medio rural, pues no queremos ser territorio de sacrificio.
Recordemos nuestra cercanía al matadero donde finalmente sacrifican los cerdos, estamos en una comarca que es del máximo interés para la empresa productora de cerdo por su cercanía a Tarancón. No podemos bajar la guardia y sobre todo a raíz de las últimas noticias según las cuales quieren convertir a España en el mayor exportador de cerdos a China.
Por tanto, exigimos de nuestros alcaldes y alcaldesas y corporaciones municipales en general, que recojan el sentir mayoritario en nuestros pueblos en contra de las macrogranjas y en favor de un futuro, que no puede venir de iniciativas que, sin remedio, hacen imposible la llegada de proyectos alternativos de desarrollo económico sostenibles y respetuosos con el medio ambiente y con la vida en los pueblos.
Entendemos también que, en la lucha contra la ganadería industrial, deben ser los Ayuntamientos los que se pongan al frente y mostrar con alegaciones, recursos y reglamentaciones legales, el rechazo de sus municipios a las macrogranjas.
En definitiva, les exigimos a nuestros responsables locales que expresen de manera urgente y por escrito, no solo de palabra, su compromiso por la supervivencia de nuestros pueblos y de toda la Alcarria conquense. Que hagan los cambios necesarios en las ordenanzas y normas urbanísticas, ahora que los proyectos están parados, para rechazar los proyectos de ganadería industrial que puedan venir o reactivarse.
Recordamos que desde la propia Junta de Castilla La Mancha se insistió en que no se aprobaría ningún proyecto que no contara con el apoyo de los ayuntamientos, aunque para ello, las Corporaciones municipales han de llevar al pleno el debate acerca del rechazo a las macrogranjas, emitir informe motivado y presentarlo ante el gobierno regional para la no tramitación de la autorización ambiental y el posterior rechazo del proyecto.
Y aún así, no podemos estar tranquilos. Desde la Consejería de Desarrollo Sostenible insisten en que la ganadería industrial en nuestra región tiene todavía mucho margen de crecimiento, poniendo como ejemplo Cataluña y Aragón (las mayores regiones por censo porcino), por lo que no se planea ningún tipo de limitación a su crecimiento.
Si Cataluña es el modelo, no hay que olvidar que el 45% de los municipios catalanes están declarados como vulnerables a la contaminación de nitratos de origen agrícola.
Igual a nuestras autoridades no les importa, porque los datos nos dicen que Castilla La Mancha, con un 47% de su territorio contaminado, ya somos la región más afectada por los nitratos agrícolas. Dan fe los 18.611 habitantes de 25 pueblos de nuestra comunidad que en 2023 se quedaron sin agua para el consumo, por esta causa.
Por todo ello, para que no nos alcance esa bomba medioambiental y sanitaria a la que hacíamos mención al principio, reiteramos nuestro NO ROTUNDO a la reactivación de los proyectos paralizados. NO al vertido de purines en nuestros campos. NO a la contaminación de nuestro aire, nuestra tierra y nuestros acuíferos. NO a la condena del futuro de nuestra tierra, la de todos. En definitiva.
NO A LAS MACROGRANJAS, NI EN TU PUEBLO NI EN EL MÍO