Javier F.
Los pueblos a quienes no se hace justicia se la toman por sí mismos más pronto o más tarde. (Voltaire)
Los estudiantes de las universidades madrileñas llevamos dos semanas acampando en Ciudad Universitaria exigiendo a nuestras universidades que rompan relaciones con el estado de Israel y con las empresas que lo apoyan mediante el negocio de las armas. Mucho ha ocurrido en estas dos semanas, y en este artículo queremos sacar algunas lecciones importantes, aunque nos queda pendiente hacer un análisis más exhaustivo del desarrollo de la acampada:
-Los compañeros y compañeras de la acampada, y especialmente aquellos que se han responsabilizado de las tareas de organización, seguridad, comidas, negociación… están haciendo un trabajo enorme, y nosotros lo valoramos profundamente. Sin ellos y sin el esfuerzo que están haciendo esto no habría salido adelante.
-La democracia interna es imprescindible para que funcione la acampada. La falta de transparencia y comunicación del bloque dirigente al principio de la acampada provocó muchos errores y problemas, aunque los hemos superado y podemos afirmar que la acampada está más fuerte que nunca. Esto no significa que debamos ser completamente horizontales y discutir todos los detalles en asambleas eternas, sino que tenemos que establecer una dirección democráticamente elegida que responda ante la Asamblea, es decir, subordinada a ella.
-La lucha es de los palestinos, y nosotros les apoyamos. Algunos individuos dentro de la acampada se han flipado y llegado a plantear que los frentes y asociaciones de estudiantes son de alguna manera lo principal y la situación en Palestina es secundaria, dando muestras de un egoísmo que roza el chovinismo. No podemos confundirnos, ni dejar que el entusiasmo por el éxito que está teniendo la acampada se nos suba a la cabeza y faltar al respeto de esta manera a los millones de palestinos que están resistiendo para liberar su tierra y poner fin al genocidio. Aquellos que plantearon eso en Madrid fueron inmediatamente ridiculizados y, aunque no han pedido disculpas, ya no forman parte de la acampada.
-En relación con el punto anterior, tenemos que entender que el pueblo palestino puede y debe hacer uso de todos los métodos y formas de lucha para alcanzar sus objetivos, de manera creativa y sin que ningún actor o potencia externa se lo imponga. Por lo tanto, nuestra solidaridad con ellos no puede estar subordinada a que los palestinos usen los métodos que nosotros desde Madrid consideremos más adecuados, o a que elijan a los partidos políticos que a nosotros desde aquí nos gusten. Mientras sigan oprimidos por Israel, mientras luchen por librarse del yugo que les ha impuesto el imperialismo, nosotros les apoyaremos, sin condiciones ni exigencias.
-Hay que estrechar los lazos con los trabajadores, dentro y fuera de la Universidad. En la acampada ha habido apoyo de varios sindicatos, y algunas propuestas de huelga general, como se hizo contra la guerra de Iraq. Nosotros apoyamos estas propuestas, es necesario involucrar a la clase obrera en las acciones de solidaridad con Palestina.
-Creemos que hace falta colaborar más activamente entre las acampadas de todas las universidades. A todas nos une la solidaridad con Palestina, pero en general cada universidad está llevando su lucha y su protesta de manera aislada. Esto nos hace más débiles que si estuviéramos unidas.
Tenemos muy claro que hasta que no se corten lazos con Israel y con toda empresa o institución que apoya el genocidio del pueblo palestino no levantaremos la acampada, no cesaremos nuestra lucha.
¡¡¡VIVA PALESTINA LIBRE!!!