Sofía Ruiz
El proceso de producción capitalista, por lo tanto, visto como un proceso total conectado, esto es, un proceso también de reproducción, no sólo produce mercancías, ni sólo plusvalía, sino que también produce y reproduce la relación misma de capital; de un lado al capitalista, del otro al trabajador asalariado. (Marx, Capital, vol. 1)
La producción de bienes y servicios y la reproducción de la vida son parte de un proceso integrado. Esta vinculación, señalada por Marx, fue recogida por la teoría unificada del feminismo de la reproducción, como forma de entender y dar valor a los procesos reproductivos.
La satisfacción de las necesidades diarias, como alimento, ropa, vivienda…la educación, la salud, el trabajo, y también la reproducción de la vida, el reemplazo generacional, forman parte de la reproducción de la fuerza de trabajo y, de una forma más amplia, de la reproducción social.
Una de las características del Sistema es la unidad del conjunto socioeconomico , pues no hay producción sin reproducción, lo que implica que trabajo remunerado y trabajo familiar no pagado forman parte del mismo proceso.
Esta dependencia, entre producción y reproducción, genera la contradicción entre acumulación de capital y reproducción social, la lucha de clases entre, la clase que ostenta el poder económico y político y las capas populares que luchan para la obtención o el sostenimiento de derechos sociales.
El capitalismo ha centrado la reproducción social en la familia, desde el “pacto de genero” de la segunda revolución industrial, que condujo a la falsa separación de la esfera de la producción y la esfera de la reproducción donde la mujer era la encargada del cuidado de los miembros de la familia, mediante su trabajo no remunerado y el varón era el unico proveedor a través del salario conseguido con la venta de su fuerza de trabajo en la producción.
LA CRISIS DE LOS CUIDADOS
La crisis se produce por la transformación de las estructuras tradicionales en que se basaban los cuidados, asentadas en el papel atribuido a las mujeres en el hogar. Estalla y se hace visible cuando convergen la presencia masiva de mujeres en el mercado de trabajo y el incremento de las situaciones de dependencia vinculadas a la vejez y a la discapacidad.
Desde la crisis de los 70 ha habido un espectacular incremento de la participación de las mujeres en el mercado laboral, que ha coincidido con su creciente flexibilización. La existencia y disponibilidad de una nueva fuerza de trabajo considerada por el capital como dócil y de bajo coste ha sido una de las piezas claves del neoribelarismo para la precarización del empleo en nombre del libre mercado . Ello ha provocado una desestabilización del modelo tradicional de reparto de las responsabilidades sobre los cuidados y una reestructuración del conjunto del sistema socioeconómico, sin que haya cambiado la división sexual del trabajo en los hogares ni la segmentación de género en el mercado laboral. la crisis de los cuidados es el resultado de la profundización de la contradicción entre la satisfacción de las necesidades humanas y la generación de beneficio económico.
Desde el punto de vista demográfico el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida, ha desembocado durante los últimos años en una creciente demanda de cuidado.
GESTION DE LA CRISIS DE CUIDADOS
La crisis de los cuidados no ha sido resuelta con un fortalecimiento de las responsabilidades reproductivas del Estado, muy al contrario, el Estado ha eludido sistemáticamente sus obligaciones en este tema y ha dejado a las familias que resuelvan individualmente esta crisis:
Las familias de la pequeña burguesía han optado por contratar cuidadoras para sus hijos o ancianos, a través de los circuitos de la globalización debido a la contratación generalizada de cuidadoras extranjeras. Este deslizamiento de la división sexual del trabajo ha descansado sobre la explotación laboral de las cuidadoras contratadas y su discriminación en un mercado laboral profundamente segmentado.
Las familias de las capas populares, en una situación mas vulnerable experimentan una doble crisis de cuidados, pues las situaciones de dependencia se concentran especialmente en los hogares con rentas más bajas y éstas, ante la escasez de servicios públicos, han de resolver los cuidados con el propio trabajo familiar. Esto significa para las mujeres trabajadoras, la reducción de jornada, el abandono del trabajo y la entrada en el sector informal que les permite hacer frente a los cuidados en su hogar y a la aportación de una pequeño salario para poder llegar a fin de mes.
El Estado también ha encontrado otra solución a la gestión de la crisis de los cuidados y como consecuencia de su subordinación a los mercados, ha externalizado los cuidados al sector privado como parte de una estrategia de re-privatización de la reproducción en aras de la supervivencia y enriquecimiento de los mercados,poniendo en primer lugar al capital y el beneficio frente a la sostenibilidad de la vida.
Los cuidados se han vuelto una mercancía preciada. Cada vez más, los trabajos de cuidados esenciales para la vida, especialmente en las ciudades, donde se acumulan las infraestructuras como hospitales, escuelas, l servicios de atención a las personas o limpieza, los gestionan y controlan el sector privado, las grandes multinacionales.
Un ejemplo de multinacional que se lucra de los cuidados es CLECE, cuyo presidente es Florentino Perez.
Esta multinacional vende servicios de cuidados, limpieza, restauración, jardinería, y un largo etcétera, en hospitales, escuelas, residencias, centros de acogida, servicios sociales, hoteles, aeropuertos, bancos, entre otros.
El modus operandi de estas empresas, como CLECE es obtener la Adjudicación, en Concursos Públicos, de los servicios, lo que logran ofertando al mínimo precio posible, a costa de reducir recursos y empeorar las condiciones laborales de sus empleados. El Resultado es la super explotación de los trabajadores/as y la bajada de la calidad de los servicios prestados.
En esta situación de alarma, los Estados en general hacen continuos llamamientos a la responsabilidad individual para hacer frente a una crisis estructural, que evidencia las fragilidades de los sistemas públicos de atención a personas dependientes, y a la privatización, convirtiendo los cuidados en mercancías. La incapacidad de los Estados y gobiernos para ver la dimensión estructural de los cuidados es consecuencia directa de su compromiso con el sostenimiento del orden capitalista de producción, hoy en crisis.
Algunas de las medidas propuestas suponen un aislamiento en los entornos domésticos y la búsqueda de soluciones individuales por parte de los entornos familiares para el cuidado, soluciones individuales , por tanto, que dependen de los recursos de diversa índole que cada uno tenga. . Por otro lado la privatización de estos servicios supone poner por delante el beneficio y la acumulación de capital a la reproducción social, a la vida.
Una “salida” igualmente dañina frente a este problema que amenaza a la mayoría trabajadora, la propone el Estado, muchas veces amparada en gigantescas campañas de propaganda cubiertas por los medios de comunicación propiedad de los mismos dueños de las empresas que acaparan los sectores privatizados, buscando en la acción individual, canalizada por potentes ongs o por la Iglesia, la sustitución de la obligación del Estado en orden a satisfacer los cuidados de las personas, por la acción individual.
Como conclusión, en contra de algunas tesis defendidas por la izquierda reformista, la única respuesta total y efectiva ante las crisis en la reproducción de la vida está dada por las instituciones universales, públicas y gratuitas, por recuperar los espacios de lo común, de lo colectivo. ¡¡¡La lucha es la única salida!!
Bibliografia
“La crisis de los cuidados como crisis de la Reproducción Social”. Dolors Comas d’Argemir.
XIII Congreso de Antropología de la Federación de Asociaciones de Antropología del Estado Español. Tarragona, Universitat Rovira i Virgili, pp. 329-342
“La crisis de los cuidados: ¿la “otra” crisis?”.Dolors Comas d’Argemir. Diario.es 9/4/2014
“Crisis de los cuidados y crisis sistémica: la reproducción como pilar de la economía llamada real”. Sandra EZQUERRA .Universitat de Vic (Barcelona)