P. Recife
En el constante esfuerzo de nuestro Partido de facilitar obras que sirvan para la formación y cultura de nuestros militantes y amigos, esta vez nos congratulamos de poner a vuestra disposición la magistral obra de Franz Mehring “Karl Marx, historia de una vida”. Mehring, que defendió la Revolución Rusa de octubre de 1917, es un bolchevique y en 1918 publica esta famosa biografía de Marx, que está dedicada a Clara Zetkin.
Tiene un impacto político tal que el renegado Karl Kaustky escribe una contribución sobre la historia de la socialdemocracia alemana conocida como anti-Mehring, titulada Franz Mehring y la socialdemocracia alemana.
En términos de confianza política, podemos mencionar que la hija de Marx, Laura Lafargue, le pidió que la representara en el consejo editorial que publicaría las cartas entre Marx y Engels, después de la muerte de ambos. Como Rosa Luxemburgo afirma correctamente, es importante recuperar sus obras para que el movimiento obrero y la juventud puedan hacer del comunismo no sólo un cambio en el modo de producción, sino una vida que valga la pena ser vivida. Para esto, los intelectuales revolucionarios como Franz Mehring y su legado teórico y político son indispensables.
Franz Mehring nació el 27 de febrero de 1846 en Schlawe, Pomerania, hijo de una familia burguesa. Trabajó para varios periódicos y semanarios, entre ellos el Neue Zeit. En 1868 se trasladó a Berlín para estudiar y trabajar en la oficina editorial del periódico Die Zukunft.
En 1891 ingresó en el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). Entre 1902 y 1907 Mehring fue el editor jefe del periódico socialdemócrata Leipziger Volkszeitung. Entre 1906 y 1911 enseñó en la escuela de partido del SPD. Fue miembro del parlamento prusiano entre 1917 y 1918. Durante la Primera Guerra Mundial Mehring comenzó a distanciarse del SPD, fundando la Liga Espartaquista en 1916 junto a Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. Mehring simpatizaba con los bolcheviques en Rusia y con la Revolución de Octubre.
En 1918, después de largos e irritantes retrasos debido a la censura militar, publicó el libro Karl Marx: Geschichte seines Lebens. Ésta biografía clásica de Marx fue dedicada a su compañera Clara Zetkin. El libro fue traducido en diversos idiomas, incluyendo el ruso (1920), el danés (1922), el húngaro (1925), el japonés (1930), el español (1932), y el inglés (1935).
Estando enfermo, Mehring se vio profundamente afectado por la muerte de sus compañeros Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht en enero de 1919. Murió justo dos semanas después, el 28 de enero de 1919 en Berlín. Los documentos de Mehring residen en el Centro Ruso para la Preservación y la Investigación de Documentos Históricos Modernos, en Moscú. Este material también está disponible para su uso por investigadores en tres carretes de microfilme.
Reproducimos aquí, el primer párrafo del prólogo de la obra en español, escrito por Wenceslao Roses en 1932.
“Franz Mehring, escritor de procedencia burguesa con un prestigio bien ganado en el campo tradicional, abraza en la cuarentena la causa socialista y durante los treinta últimos años de su vida, los más maduros y los más fecundos, batalla ardorosamente con la pluma en la mano contra la burguesía y junto al proletariado. Pronto se convierte, por su dominio soberano de la filosofía, la historia y la literatura, enfocadas con la lógica férrea de la dialéctica marxista y del materialismo histórico, en uno de los más grandes continuadores de las tradiciones gloriosas del socialismo científico alemán y en maestro descollante del proletariado internacional. Pero Mehring era algo más que un brillante escritor y un investigador ilustre del socialismo. En él, como en Marx, la teoría iba unida con nervios y músculos a la práctica, y la idea era carne de vida y sangrante realidad. En los últimos años de su vida, cuando pudo gozar de una vejez gloriosa, la deserción de la socialdemocracia ante el gran crimen de la guerra le situó, con otras pocas almas grandes, en la plataforma acusadora y militante, que no era más que la práctica consecuencia de la obra de toda una vida. Con Carlos Liebknecht, con Rosa Luxemburgo, con Clara Zetkin, Mehring alzó, en aquellos años de vesania, la bandera del internacionalismo frente a las potencias de la barbarie y sus agentes, las «veletas chirriantes», y hubo de purgar este crimen con un arresto carcelario, con que el gobierno de los consejos «socialistas» quiso coronar su vida intachable de batallador. A poco de esto, caían asesinados por la soldadesca en las calles de Berlín, en versión alemana de la «ley de fugas», Carlos Liebknecht y Rosa Luxemburgo, y Mehring no pudo sobrevivir a este crimen monstruoso, en que no había solamente autores, sino también cómplices y acaso instigadores, padres morales de la idea.”