Cuarenta años después del asesinato fascista de los camaradas Baena, Sánchez Bravo y García Sanz, militantes del PCE (m-l) y del FRAP, así como de los militantes de ETA Txikiy Otaegui, nuestros puños cerrados se alzan de nuevo al cielo.
Los comunistas no olvidan, porque sin memoria no hay futuro. La sangre de los cinco últimos fusilados por la barbarie del franquismo no ha sido derramada en vano. Ha sido la savia vital de nuevas generaciones de internacionalistas, de comunistas y revolucionarios consecuentes.Su ejemplo permanecerá siempre en la mente y el ánimo de los comunistas y de los revolucionarios de todo el mundo.
Para los CINCO, para todos aquellos que lo dieron todo sin pedir nada, nuestra memoria imperecedera y nuestro compromiso de luchar hasta el fin.
Camaradas, hoy como ayer estamos con vosotros.
¡Viva la República, viva la Revolución, viva el Socialismo!
Los marxista-leninistas de Italia