Redacción
En la tarde del sábado 16 de septiembre, se ha inaugurado un Espacio de Memoria dedicado a Cipriano Martos en el 50º aniversario de su asesinato por la Guardia civil en Reus en 1973, tras veintiún días de agonía, al hacerle ingerir ácido sulfúrico, entre otras torturas, en su interrogatorio.
El espacio de homenaje se ubica en la plaza Cipriano Martos, inaugurada en 2019 en el barrio de la Plana del Pintor, lugar donde vivió Cipriano a principios de los años 70, cuando entró a militar en el PCE (m-l) y en el FRAP.
A las 19 horas, la plaza estaba a rebosar: camaradas históricos de Cipriano, amigos, las Bruixes del Nord (principales impulsoras del acto, que contó también con el apoyo del Ajuntament de Sabadell, la Generalitat i la Xarxa Catalana i Balear de suport a la querella argentina), cargos públicos, vecinos, una representación de la dirección del PCE (m-l), camaradas de la JCE (m-l) y Roger Mateos, el periodista que investigó y escribió la historia de su vida, desde sus orígenes en una pedanía de Granada, hasta su asesinato. Todos ellos, arropando a Antonio Martos, el hermano de Cipriano que, con su tesón y firmeza, ha conseguido la recuperación de sus restos, enterrados clandestinamente en Reus.
Se sucedieron las intervenciones: la alcaldesa de Sabadell, la consellera de Justicia de la Generalitat, emotivas palabras de entidades y amigos, poemas, canciones, música y, caída ya la noche, la representación, por primera vez al aire libre, de la obra de teatro Molotov, basada en el libro de Roger Mateos. Carlos Hermida, en representación del PCE (m-l), llevó a cabo la intervención que transcribimos aquí.
Una tarde para recordar, de emociones, reencuentros, amistad y camaradería. Un excelente trabajo de los organizadores con los que aún pudimos prolongar durante un rato la velada.
Vídeo del acto-homenaje – Vídeo de la intervención del PCE(m-l)
Intervención del PCE(m-l)
Amigos y amigas, compañeros, camaradas:
Los militantes y los órganos de dirección del Partido Comunista de España (marxista-leninista) expresan su más sincero agradecimiento a todas las personas e instituciones que han hecho posible y participan en este homenaje a nuestro camarada Cipriano Martos. El hecho de que una plaza de Sabadell tenga su nombre es una victoria de todos los hombres y mujeres que llevan años trabajando para que no se olvide la lucha del camarada Cipriano.
Hombres y mujeres que han superado enormes dificultades legales y políticas, que no se han rendido, y que hace años emprendieron una lucha muy difícil contra el olvido y la mentira, sorteando todo tipo de obstáculos oficiales hasta conseguir lo que ya es una realidad: que el nombre de Cipriano Martos permanezca en la Historia. Nuestro reconocimiento también a las entidades y organismos dependientes de la Generalitat que hacen posible con su trabajo la recuperación de la Memoria de la resistencia antifranquista.
Y, por supuesto, nuestro reconocimiento al periodista Roger Mateos, que tuvo el valor de escribir un libro sobre nuestro camarada en el que narró, con objetividad y rigor, su vida y su espantosa muerte. Gracias, Roger, porque sabemos que esa tarea no fue fácil, pero tu honestidad, profesionalidad y compromiso con la verdad se impusieron a todas las presiones y contratiempos que encontraste en el camino.
Los militantes del FRAP y del Partido Comunista de España (marxista-leninista) eran antifascistas, jóvenes que fueron capaces de sacrificar su vida para librar al pueblo español de una dictadura odiosa. Reivindicamos su memoria y su honesta trayectoria de militantes comunistas. Llevamos muchos años escuchando que “la violencia es condenable, venga de dónde venga”.
Son mensajes que intentan desarmar política e ideológicamente a los trabajadores, confundirlos y paralizarlos. No, no es lo mismo la violencia de los opresores que la de los oprimidos, de la misma forma que no es comparable una guerra imperialista a una guerra de liberación nacional. La lucha armada contra la opresión, contra la tiranía y contra la explotación está perfectamente justificada, es legítima y absolutamente necesaria. No lo olvidemos nunca,
porque lo que se persigue es, al final, condenar la lucha antifascista y englobar a los fascistas y antifascistas bajo la etiqueta de “radicales”. Eso es lo que pretenden los medios de comunicación al servicio de las clases dominantes.
Nos sentimos plenamente orgullosos de la lucha que mantuvo la República española contra el fascismo. Traicionada por las denominadas “democracias occidentales”, el régimen republicano dio un ejemplo de dignidad y heroísmo enfrentándose al fascismo con las armas, demostrando a todos los pueblos del mundo que el único camino para vencer a la barbarie fascista es la lucha popular. Y nunca olvidaremos la ayuda recibida por parte de la Unión Soviética, de México y de los combatientes de las Brigadas Internacionales. Tenemos la obligación de mantener esas banderas muy altas y de transmitir a las jóvenes generaciones la verdad de lo que significó la Guerra Civil, combatiendo sin descanso las tergiversaciones y mentiras difundidas por la derecha española a través de una cuadrilla de falsos historiadores, publicistas y tertulianos, que no son más que profesionales de la mentira y la difamación.
Hoy es un día histórico en la recuperación de la memoria de la lucha antifascista, como lo fue hace unos meses el entierro de los restos de Cipriano en su pueblo natal, pero todavía queda un largo camino por recorrer. Miles de hombres y mujeres siguen enterrados al pie de un árbol o en una cuneta.
Fueron asesinados por el franquismo, pero la monarquía, heredera directa de la dictadura, intenta por todos los medios que esos crímenes queden impunes.
Aunque la decidida acción de las familias, asociaciones memorialistas y organizaciones de izquierda han abierto una brecha en la desmemoria y la amnesia programadas, solo la proclamación de la República permitirá hacer realidad la reivindicación de “Verdad, Justicia y Reparación” para todas las víctimas del franquismo.
Desde nuestro punto de vista, la lucha por recuperar la memoria histórica de la represión franquista debe ir inexorablemente unida a la lucha por el derrocamiento de la monarquía, porque es la institución monárquica la responsable directa de todas las trabas que encuentran quienes pretenden esclarecer las dimensiones de la represión franquista. La monarquía actual fue impuesta por Franco y, en ese sentido, el ADN de la institución monárquica es el mismo que el de la dictadura. Defender que se puede restablecer la verdad histórica hasta las últimas consecuencias mientras exista la monarquía, es propio de gente muy ingenua o de manipuladores profesionales. Lo cierto es que ningún miembro de la casa Real ha condenado la dictadura de Franco y tampoco ha tenido palabras de consuelo para sus víctimas.
Entre tantas derrotas y desilusiones, hoy es un día especial. Se ha conseguido un triunfo a base de esfuerzo, de tesón y de sacrificio. El único camino que tienen los militantes de izquierda, los de verdad y no los sucedáneos, es el de la lucha. El camino que en su momento eligió Cipriano y que mantienen millones de personas en todo el mundo.
Ni olvido ni perdón. Olvidar no sólo sería una injusticia histórica para todos los que dieron su vida defendiendo la libertad, sino que permitiría aflorar (ya está ocurriendo) versiones justificadoras de la rebelión militar y la dictadura franquista. El estudio de las causas de la guerra y de la represión franquista permitirá mantener viva la conciencia antifascista de las jóvenes generaciones.
Y en cuanto al perdón, son los responsables de la rebelión militar y de la posterior guerra civil los que deben pedir perdón al pueblo español. El Ejército debe pedir perdón, la Iglesia, los jueces que participaron en el Tribunal de Orden Público y todos los que colaboraron de forma activa con la dictadura fascista y se lucraron con ella.
Frente a las mentiras y tergiversaciones que pretenden identificar el franquismo con un sistema autoritario, afirmamos que Franco fue un asesino que implantó una dictadura terrorista en España, al servicio de oligarquía y de las fuerzas sociales más reaccionarias. Cientos de miles de españoles que defendieron la República fueron asesinados durante y después de la guerra. Un régimen que conculcó los derechos civiles más elementales, que practicó la tortura sistemática con los detenidos y encarceló a decenas de miles de hombres y mujeres que luchaban por la libertad sólo puede ser calificado de fascista. La dictadura franquista cometió un delito de genocidio.
Compañeros, amigos, camaradas: nos golpearán, sufriremos grandes derrotas, pero nunca nos rendiremos y, finalmente, venceremos porque tenemos razón en nuestra lucha.
¡¡¡VIVA LA REPÚBLICA!!! ¡¡¡VIVA EL SOCIALISMO!!!
Imagenes del Homenaje: