Carlos Hermida
El pasado 9 de junio se celebró en Madrid, en el Auditorio “Marcelino Camacho” de Comisiones Obreras, el homenaje al poeta Carlos Álvarez, fallecido en la capital el 27 de febrero del presente año.
Con la asistencia de un centenar de personas, se inició al acto con el saludo del escritor José Luis Esparcia, quien comentó que no se iban a leer los comunicados de adhesión que desde diversas instancias se habían recibido, pero agradeció expresamente el mensaje de nuestro partido, así como la presencia de miembros del PCE(m-l) en el acto.
A continuación se proyectó el documental “Carlos Álvarez, poeta del corazón”, en el que se muestran diversos aspectos de la vida y creación literaria del poeta de Jerez de la Frontera.
Seguidamente tomó la palabra Paloma López, secretaria general de Comisiones Obreras de Madrid, para denunciar el avance de la extrema derecha, llamando a dar la batalla cultural y a continuar luchando contra el fascismo y por la libertad.
En la parte más política del acto hablaron Enrique Santiago (secretario general del PCE), Mauricio Valiente (coordinador de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados) e Isabelo Herreros ( ex portavoz de Izquierda Unida e Izquierda Republicana). En sus intervenciones pusieron de manifiesto la calidad literaria y humana de Carlos Álvarez, así como su compromiso comunista y la tenaz lucha que mantuvo contra la dictadura franquista. Isabelo Herreros subrayó la colaboración de Carlos en la prensa de nuestro partido, así como la publicación en Vanguardia Obrera y Aurora 17 de su obra en prosa.
Tras estas intervenciones comenzó la lectura de poemas por parte de amigos e intelectuales de reconocido prestigio que formaron parte del entorno más cercano del poeta y estuvieron presentes en su trayectoria vital, política y creativa. Hablaron Manuel Rico, José Ramón Ripoll, Antonio Hernández, Manuela Temporelli, Matías Muñoz, José Esteban y José Luis Esparcia, señalando todos ellos la lucidez, fina ironía y brillantez intelectual de Carlos, pero, por encima de todo, hicieron hincapié en su identificación y solidaridad con todos los hombres y mujeres que en cualquier parte del mundo sufren la opresión y la injusticia.
Eduardo Álvarez, sobrino del poeta, expresó su agradecimiento a todos los presentes y se refirió al terrible golpe que sufrieron los hermanos Álvarez Cruz cuando el padre, militar leal a la República, fue fusilado por los rebeldes franquistas. El único hermano vivo, José María, también gran escritor, asistió al homenaje.
Tras los oradores, el cantautor Luis Pastor interpretó, de forma brillante y emotiva, varias canciones de su repertorio basadas en poemas de Carlos a los que había puesto música.
Finalizó el acto con el público puesto en pie cantando la Internacional.
A continuación reproducimos el mensaje que el Partido Comunista de España (marxista-leninista) envió al homenaje, mostrando su apoyo y adhesión:
Camaradas, amigos, compañeros:
La dirección del Partido Comunista de España (marxista-leninista) y todos sus militantes se unen a este homenaje en memoria del que fue gran poeta, extraordinaria persona y comunista siempre fiel a sus ideales.
Carlos Álvarez dio, desde su poesía, testimonio de las preocupaciones por el ser humano, reflejando en sus versos el dolor, la represión y la lucha por la libertad. Su poesía fue resistencia y denuncia.A diferencia de tantos intelectuales, que tras la muerte de Franco se acomodaron a la nueva situación política surgida tras la mal llamada Transición democrática y consiguieron cargos y prebendas a la sombra de la nueva monarquía, él representó, por el contrario, la honestidad personal y la coherencia política e ideológica, la lealtad a los principios comunistas y la reivindicación republicana.
En estos tiempos difíciles, cuando la reacción y el fascismo avanzan y resulta urgente la necesidad de que las organizaciones de izquierda nos unamos en torno a un programa mínimo para traer la III República y afrontar las reformas estructurales que España necesita, es necesario recordar también el talante y la voluntad unitaria de Carlos Álvarez. Por encima de discrepancias políticas e ideológicas, que las hubo entre nosotros, pero siempre abordadas abiertamente, con franqueza y firmeza, pero sin sectarismos, pudimos llegar a una colaboración fructífera. Fueron muchos los actos en que estuvimos juntos –conmemoraciones del 14 de abril en el Ateneo, aniversarios del 27 de septiembre en el cementerio civil, el Homenaje a las Víctimas del Franquismo, etc.–. Colaboró en nuestra prensa, publicamos algunos de sus libros en nuestras editoriales, y siempre existió el convencimiento, por su parte y la nuestra, de que nos unían lazos y convicciones comunes: la lucha por la República y por el socialismo.
Su rectitud personal le llevó a la cárcel y también sufrió el vacío que le hicieron esos mandarines de la cultura que se alimentan en los pesebres del poder y desde su indigencia intelectual reparten premios y honores. Pero Carlos Álvarez nunca necesitó reconocimientos oficiales. Brilló con luz propia, su calidad literaria está ampliamente reconocida y su obra forma parte de lo mejor de la Literatura y la Poesía españolas.
Verso a verso y golpe a golpe en la celda de castigo de Carabanchel, nos dejó un testimonio inmortal de lo que es un poeta con mayúscula, un amigo, un camarada. Carlos sigue con nosotros. Tenemos su poesía, su fortaleza, su dignidad. Y tenemos sus versos que nos llaman a la resistencia, al combate, a continuar la lucha hasta la victoria final.
Gracias por tu ejemplo, tu lucha y tu amistad.