Camaradas,
Nuestra Plenaria se ha reunido pocos días después de la bárbara masacre de Ankara, en la que fueron asesinadas 103 personas que se manifestaban por el trabajo, la paz y la democracia, mientras que cientos resultaron heridas. Entre los asesinados, lloramos a dieciséis valientes camaradas del Partido hermano de Turquía, incluido un miembro del Comité Central.
El Comité de Coordinación presenta al Partido del Trabajo de Turquía y a las familias de los camaradas asesinados sus más profundas condolencias, y desea una pronta recuperación para todos los heridos.
Rendimos un sentido homenaje a la memoria de nuestros compañeros y compañeras asesinados en este atentado, así como a todas las víctimas de este atroz crimen. Su ejemplo, su coraje, sus ideales vivirán siempre en nuestra lucha y fortalecen nuestra voluntad para luchar por una nueva sociedad sin explotación de los trabajadores y sin opresión sobre los pueblos.
Camaradas, el alto número de militantes del Partido hermano que han sido asesinados en el atentado no es casual. Es evidente el propósito político de la masacre en Ankara: atacar la fuerza más avanzada, más decidida del movimiento obrero, popular y democrático de Turquía, golpear su liderazgo para aterrorizar a las masas.
Somos conscientes de a quién pertenece la responsabilidad política del cobarde atentado del 10 de octubre: es del régimen reaccionario y belicista de Erdogan, que después de los ataques y provocaciones fascistas en Dyarbakir y Suruç ha elevado el nivel de provocación y enfrentamiento, con la guerra y el terror fascista, para no perder el poder.
Este feroz ataque marca el comienzo del fin de Erdogan, su partido y su gobierno. La clase obrera y los pueblos turco y kurdo, gracias a la orientación de nuestro Partido hermano EMEP, darán justa respuesta a los responsables de esta matanza.
Los trabajadores y los pueblos de Turquía no se detendrán por las provocaciones terroristas y fascistas, no se rendirán a la política de guerra del gobierno que conduce al país a la ruina y al caos.
La reacción de los trabajadores y las masas populares después de la masacre fue unitaria y decidida. En muchas fábricas, lugares de trabajo y ciudades se expresó con fuerza la denuncia de la infame política del régimen.
En el fuego de la lucha contra el gobierno reaccionario del AKP se prepara el futuro de una Turquía democrática, progresista y socialista.
Reiteramos los vínculos internacionalistas más estrechos con los trabajadores y los pueblos de Turquía y expresamos nuestra plena solidaridad con su lucha; condenamos enérgicamente la política de guerra y terror del gobierno reaccionario turco, y exigimos su fin y el castigo a los autores y los inspiradores de las masacres.
Aseguramos al Partido hermano, EMEP, a sus dirigentes y militantes, nuestro apoyo y solidaridad fraternal en la lucha que libran en su país por una verdadera democracia, los derechos nacionales y el cambio social.
¡Viva la lucha de los trabajadores y de los pueblos turco y kurdo!
¡Viva el Partido del Trabajo de Turquía!
Comité de Coordinación de la CIPOML
Octubre de 2015