CIPOML Europa
En estos momentos de escalada belicista, deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores por la derivación de presupuestos sociales para gastos militares, peligro creciente de guerra… Cuando la confusión, también dentro de la izquierda lleva a unos a la defensa de la “patria” y de la Europa del capital y la guerra y, a otros a alinearse al imperialismo “bueno”, frente a la agresividad de EEUU; nos parece clarificadora la siguiente declaración.
La solidaridad internacional de la clase trabajadora es de importancia crucial para fortalecer la lucha contra el creciente peligro de guerra y militarización. Es la respuesta a los intentos de la burguesía y los monopolios de intentar que las clases trabajadoras de distintos países luchen entre sí. Esto es parte de la lucha necesaria contra el plan antiobrero de la UE y los estados europeos de “Hacer Europa Grande de Nuevo” (MEGA) distribuyendo miles de millones de dólares de dinero público a la industria de guerra y fortaleciendo los monopolios europeos.
Fortalecer el imperialismo europeo no es la respuesta a la situación actual. La UE imperialista no es sinónimo de paz y seguridad, todo lo contrario. La guerra en Ucrania y el apoyo al genocidio israelí en Palestina lo han demostrado claramente.
Nosotros decimos: ¡ni Trump, ni Putin, ni la “defensa” europea!
Con la llegada de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, los conflictos internacionales, incluso entre ese país y la UE, se han intensificado dramáticamente. Trump representa hoy a los sectores más agresivos del capital estadounidense, que quieren detener y revertir por la fuerza el declive que lleva décadas sufriendo el imperialismo estadounidense y “hacer que el imperialismo estadounidense vuelva a ser grande”. En un esfuerzo por movilizar a amplios sectores de la sociedad en apoyo de los objetivos imperialistas, está creciendo el fascismo en Estados Unidos y en todo el mundo.
Todo esto es una expresión de las crecientes contradicciones entre potencias imperialistas como EE.UU., la UE, China y Rusia. El ascenso de la China capitalista e imperialista, en particular, ha alimentado la competencia y la lucha por el dominio económico en todo el mundo. Trump y muchos funcionarios de su administración han descrito consistentemente a China como el enemigo “estratégico” de Estados Unidos.
Es la única gran potencia imperialista capaz de desafiar la hegemonía estadounidense, especialmente si logra construir alianzas.
Para ganar esta batalla, el imperialismo estadounidense ha realizado un cambio significativo en sus relaciones exteriores. Trump está buscando un acuerdo con Rusia sobre Ucrania para compartir el país y sus importantes recursos. El imperialismo estadounidense busca debilitar los lazos entre Rusia y China y crear nuevas alianzas. De esta manera, revela abiertamente el verdadero objetivo de la guerra en Ucrania: una lucha por tierras y recursos, en la que los soldados ucranianos mueren por el capital estadounidense y europeo, no por “la libertad o la democracia”. Vemos cuán frágiles son estos intentos del imperialismo estadounidense de crear nuevas alianzas cuando la administración Trump amenaza a Rusia con nuevos bloqueos y aranceles más altos porque el imperialismo ruso está aprovechando la situación para ocupar partes más grandes de Ucrania. Es un acuerdo entre depredadores en detrimento del pueblo.
Para los países imperialistas de Europa, especialmente Alemania y Francia, este cambio significa un debilitamiento de su influencia.
En Ucrania intentaron ser un jugador importante en este mercado depredador. Ellos también querían hacerse con el control de materias primas y energía baratas y ampliar su zona de influencia. Hicieron grandes inversiones en la venta de armas, en la concesión de créditos y en el llamamiento a la guerra para derrotar a Rusia. Hoy en día tienen miedo de no participar en el reparto del botín.
Su respuesta a esta nueva situación es más armas, más militarización y más políticas de austeridad. La UE ha aprobado ahora un paquete de armas de 800.000 millones de euros, al tiempo que sigue trabajando estrechamente con la agresiva alianza de la OTAN. Al mismo tiempo, todos los países europeos están aumentando sus presupuestos militares. Alemania, por ejemplo, ha aprobado un presupuesto adicional de 1 billón de euros. Francia ofrece sus armas nucleares como escudo para Europa, pero bajo el control del imperialismo francés. Gran Bretaña busca fortalecer su cooperación militar con la UE. Aunque la mayoría de la población rechazó la adhesión de Noruega a la UE en un referéndum en 1994, la clase dirigente noruega ahora busca la membresía en la UE bajo el pretexto de la “seguridad”.
La UE y Gran Bretaña están animando a los dirigentes ucranianos a continuar, intensificar y prolongar la guerra. Pero la “unidad europea” es frágil debido a la competencia entre países imperialistas. Francia y Alemania luchan entre sí por el liderazgo en Europa. Italia, con su gobierno ultrarreaccionario de Meloni, está intentando establecer relaciones especiales con Trump, al igual que Hungría. Con esta política reaccionaria de militarización, las fuerzas fascistas y racistas están ganando terreno en toda Europa.
Todo esto amenaza a la clase trabajadora y a los ciudadanos de toda Europa. Con el fascismo, el capital quiere subordinar a la clase trabajadora a sus políticas y al mismo tiempo debilitarla mediante la división y el odio. Quiere que paguen el precio mediante el desmantelamiento social, salarios más bajos, horas de trabajo más largas, empeoramiento de las condiciones de vida y, en caso de guerra, con sus vidas, como estamos viendo en Ucrania.
Como partidos y organizaciones marxista-leninistas de Europa, llamamos a la clase obrera y a los pueblos a unirse contra esta política llevada a cabo a sus expensas y a luchar juntos contra ella, por el pan, la libertad, la paz y la amistad entre los pueblos, en lugar de la pobreza, el fascismo, el rearme y las guerras de saqueo.
Sólo la unidad y la lucha de la clase obrera y de los pueblos oprimidos contra el bárbaro sistema capitalista-imperialista abrirán el camino a cambios fundamentales en las condiciones de trabajo y de vida.
¡Ni Trump, ni Putin, ni la “defensa” europea!
¡No a la unidad nacional tras los belicistas!
¡No a la militarización y al fascismo!
Partido Comunista de Albania
Organización para la Construcción de un Partido Comunista Obrero de Alemania/ Arbeit Zukunft
Partido Comunista de los Trabajadores de Dinamarca (APK)
Partido Comunista Obrero de Francia (PCOF)
Plataforma Comunista, por el Partido Comunista del Proletariado de Italia
Partido Comunista de España (Marxista-Leninista) – PCE (ml)
Partido de los Trabajadores de Turquía (EMEP)