Comunicado del Secretariado del CC del PCE (m-l)
«Los trabajadores españoles y sus organizaciones debemos sacar de esta lucha experiencias para el futuro. Y una primera y evidente es la necesidad de reforzar la unidad de la izquierda en torno a objetivos de clase, frente a la violencia inhumana del capital imperialista y por la ruptura con las instituciones políticas que justifican, en nuestro país, su implacable política antisocial
Con este objetivo, el PCE (m-l) llama a sus militantes a apoyar y extender todas las acciones de solidaridad con los trabajadores griegos, y contra la política imperialista y antidemocrática de la Unión Europea y de sus defensores en España.»
El pasado 27 de junio, el Eurogrupo, una de tantas instituciones de la Unión Europea no elegidas por los ciudadanos, pero que determinan decisivamente la vida de estos, rechazó la prórroga del rescate a Grecia más allá del 30 de junio, día en el que vence el plazo para el pago de 1600 millones de euros al FMI, y expulsó al representante griego de la reunión. Con esta decisión, puede abocar al Estado griego a la suspensión de pagos, forzando una rápida y traumática vuelta a su moneda nacional.
Desde ese momento, la insidiosa campaña de las instituciones de la Unión Europea y de los medios de manipulación de masas se centra en cargar las culpas en el pueblo griego y su gobierno, que «deben pagar su deuda, como hacemos todos», dicen. Algo parecido a lo que decía Rajoy como justificación de su brutal política de recortes sociales: «el pueblo español ha vivido por encima de sus posibilidades».
Esta campaña mentirosa oculta que el paro alcanza al 26,6% de la población activa, que el país lleva 21 trimestres (más de cinco años) en recesión y que, por lo tanto, la política de recortes que impone la UE hunde más y más a Grecia en el pozo de la crisis; oculta que el gasto militar en el país heleno es desorbitado (alcanza el 2,3% del PIB y es el tercero mayor de la OTAN); oculta que Grecia ha llegado a ser el quinto importador de armas del mundo, el 70% de las cuales las compra a Alemania y EEUU; oculta, en fin, que la oligarquía griega, que ha sido la principal receptora de las ayudas de la Unión Europea, ha evadido miles de millones de euros (27.000 millones de noviembre a mayo pasados, según la agencia Moody’s, y cerca de 8.000 más en las últimas dos semanas), agravando los problemas de liquidez del estado griego.
Hay que decir que las ayudas de la UE y del FMI han ido dirigidas a los bancos, aunque las estén pagando los trabajadores y el pueblo griego, y que las fuerzas que ahora reclaman “sensatez” al Gobierno de Syriza y se erigen en defensoras de la unidad de Europa, han sido las responsables de la aplicación de una política de recortes que ha llevado a la mayoría trabajadora del pueblo griego a una situación insostenible.
Estas fuerzas (en especial el PASOK y Nueva Democracia, que se han venido turnando en el gobierno griego hasta las últimas elecciones) llegaron a maquillar las cuentas públicas para mantener las ayudas a la banca y no dudaron en aplicar recorte tras recorte cuando así se lo exigieron las instituciones de la Europa del Capital y de la Guerra, a pesar de las incalculables consecuencias que tenían sobre las clases populares.
La razón esgrimida por el Eurogrupo para romper la negociación fue la convocatoria, por parte del Gobierno de Syriza, de un referéndum el próximo 5 de julio para que el pueblo griego decida si se aceptan o no las condiciones puestas por la UE y el FMI para continuar el “rescate” de los bancos de ese país. Estas condiciones (subida del IVA en sectores clave de la economía, nuevos recortes en las pensiones, etc.), con un importe de 8.000 millones de euros (el 4% del PIB), afectan gravemente, huelga decirlo, a las clases trabajadoras del país heleno.
El gobierno de Syriza ha mantenido en muchas ocasiones una posición equívoca, defendiendo el papel del euro y de la Unión Europea, y soportando una cadena de provocaciones por parte de los Gobiernos reaccionarios de la Unión Europea, que desde hace semanas dejaron clara su intención de imponer nuevos recortes sociales a su pueblo. Con todo, la convocatoria del referéndum es una decisión sensata frente a la constante provocación de los Merkel, Rajoy y cía.
Una decisión que, precisamente por la irracional respuesta del imperialismo europeo, deja en evidencia una vez más que el proyecto de Unión de la Europa Capitalista se erige sobre los derechos de los trabajadores y los pueblos europeos, y que las normas democráticas en la UE son pura retórica frente al poder omnímodo de las instituciones que representan los intereses de la oligarquía europea.
De continuar, como parece probable, la presión de las instituciones imperialistas, las consecuencias de este nuevo atropello contra el pueblo griego van a alcanzar a todos los pueblos de Europa. La Europa del Capital y de la Guerra deja claro que no cabe sino la estricta obediencia al dictado del capital y sus representantes, o bien la lucha abierta, decidida y unida contra el imperialismo europeo.
Por todas estas razones, los trabajadores y los pueblos de Europa nos jugamos mucho en esta pelea. La solidaridad con el pueblo griego se impone no solo por un criterio de hermandad frente al enemigo común: nos va también la defensa de nuestros propios derechos en el envite.
En España, el papel del PSOE y del PP ha sido muy similar al jugado por los anteriores gobiernos proimperialistas griegos: Papandreu y Samaras, lo mismo que Zapatero y Rajoy, han actuado en todo momento como valedores de los intereses de la oligarquía contra su pueblo, y ahora aprovechan el órdago de la UE para presentarse como los defensores de la unidad europea y de la racionalidad frente al “extremismo” de la izquierda .
Claro como está el objetivo último de la Unión Europea, de dominar a los pueblos mediante la utilización del chantaje, la mentira y la amenaza, no cabe ambigüedad frente a un bloque imperialista que solo augura más sufrimientos, más recortes, más represión. No cabe decir, como recientemente manifestaba Pablo Iglesias, el líder de PODEMOS, que la solución es «más Europa y más democracia», porque ambos términos son claramente antagónicos, y estas salmodias “europeístas” únicamente sirven para embellecer la realidad y confundir sobre los objetivos políticos que tienen frente a sí las clases trabajadoras.
Ni vale tampoco la actitud altanera y suficiente de algunas fuerzas que se limitan a decir: «ya os advertimos», y se enrocan en una actitud sectaria que debilita la respuesta de la mayoría social en un enfrentamiento político que va a pasar a primer plano los próximos meses, conforme se agudice la crisis y la presión del capital por imponer nuevos recortes.
Los trabajadores españoles y sus organizaciones debemos sacar de esta lucha experiencias para el futuro. Y una primera y evidente es la necesidad de reforzar la unidad de la izquierda en torno a objetivos de clase, frente a la violencia inhumana del capital imperialista y por la ruptura con las instituciones políticas que justifican, en nuestro país, su implacable política antisocial
Con este objetivo, el PCE (m-l) llama a sus militantes a apoyar y extender todas las acciones de solidaridad con los trabajadores griegos, y contra la política imperialista y antidemocrática de la Unión Europea y de sus defensores en España.