Comité Ejecutivo del PCE(m-l)
La dirección del PCE (m-l) y toda la militancia, queremos transmitir a su compañera Marijose, a sus hijos, sus familiares, camaradas y amigos, el pesar por su pérdida y el recuerdo y reconocimiento por una vida entregada a la causa del proletariado y en defensa de los derechos para los «parias» de la tierra.
Desde joven, cuando se incorporó a las filas del PCE (m-l) tomó claro partido en la lucha contra las humillantes de condiciones de vida que el capitalismo condena a las clases trabajadoras.
Vivía en Palomeras, en las chabolas y luchó por dignificar el barrio. Participaba en las luchas vecinales, en el tajo, por las libertades, contra el fascismo.
Trabajó en la imprenta del Partido en los años ochenta y, cuando la pandilla de traidores en la dirección del partido, llevaron a cabo el proceso de aniquilación de la organización en 1991 y se quedaron con los bienes del partido, el camarada Nicolás fue vilmente atacado, despreciado y arrinconado.
Fue un golpe terrible para él, lo fue para todos los que nos mantuvimos fieles a los principios, no todos se recuperaron emocionalmente de tamaño golpe. Nico siempre se sintió comunista y mantuvo un inmenso cariño a su Partido.
Tuvo la suerte de tener a su lado a su compañera, mujer fuerte, valiente y tenaz, que como ella dice, «entrar en la JCE(ml), la salvó del analfabetismo, la ignorancia y de una vida sin expectativas», y ahí sigue, con una sensibilidad especial y un instinto de clase que no lo da ninguna universidad.
Nuestro recuerdo y homenaje a un comunista íntegro.
A Nicolás, Carlos Hermida
Los comunistas no mueren,
Entre las brumas del tiempo
están siempre con los suyos,
Su memoria permanece.
Sus sueños son nuestros sueños,
Su esfuerzo nuestro coraje.
Sus palabras viajeras
en la Rosa de los vientos
inspiran nuestro combate.
Los comunistas no mueren,
dejan una estela clara
de rebeldía indomable,
una huella firme
de sacrificio imborrable.