«En Marcha» órgano de expresión del PCML de Ecuador
El Partido tiene que incorporar a sus filas a todos los mejores elementos de la clase obrera, asimilar su experiencia, su espíritu revolucionario, su devoción infinita a la causa del proletariado. El Partido tiene que marchar al frente de la clase obrera, tiene que ver más lejos que la clase obrera, tiene que conducir tras de sí al proletariado y no arrastrarse a la zaga del movimiento espontáneo.
En la edición anterior, al analizar este mismo tema, El partido comunista, partido de clase del proletariado, cerramos el artículo con una cita de V. I. Lenin, tomada del libro Un paso adelante, dos pasos atrás, en la que el autor destaca que no se debe «confundir al Partido como destacamento de vanguardia de la clase obrera con toda la clase» [1]..
La concepción marxista respecto del partido revolucionario de la clase obrera se ha ido precisando en el curso de la lucha política de esta en contra de la clase de los capitalistas por la conquista del poder y la construcción del socialismo y el comunismo. La teoría leninista del partido de vanguardia es la expresión más alta de su elaboración. En el período de la Asociación Internacional de Trabajadores, conocida también como la Primera Internacional, no existía una idea muy clara respecto del partido de la clase obrera, y ello hay que entenderlo teniendo en cuenta el contexto histórico del momento, en el que el movimiento obrero y quienes asumían las primeras ideas del socialismo científico experimentaban los primeros pasos de una lucha consciente y organizada en contra del capitalismo.
En el Manifiesto del Partido Comunista (1847), Marx y Engels destinan el Capítulo IV para analizar la Actitud de los comunistas ante los diferentes partidos de oposición, y la primera cuestión que queda clara es que los comunistas aún no habían logrado constituir su propio partido independiente, de manera que se establecen líneas generales de cómo actuar en relación a «los partidos obreros ya construidos» en diversos países. «Los comunistas —dice El Manifiesto— luchan por alcanzar los objetivos e intereses inmediatos de la clase obrera; pero, al mismo tiempo defienden también, dentro del movimiento actual, el porvenir de ese movimiento» […] los comunistas apoyan por doquier todo movimiento revolucionario contra el régimen social y político existente.»
Pero en el Capítulo I ya dejan sentado un elemento fundamental para definir parámetros generales de lo que es el partido de clase del proletariado. Al analizar las circunstancias en las que se desenvuelve el proletariado de esa época y los elementos que le caracterizan, Marx y Engels hablan de la «organización del proletariado en clase y, por lo tanto, en partido político». Hay quienes leen estas palabras como si sus autores no establecieran una diferencia entre el partido político y la clase en su magnitud. Pero cuando se habla de la «organización del proletariado en clase», el Manifiesto hace referencia a ese proceso de desarrollo de la conciencia de clase del proletariado, de manera que el sentido de partido político está relacionado con un proletariado que ha alcanzado su conciencia de clase, y es claro que ese desarrollo no es simultáneo y por igual en todos: unos avanzan más en su conciencia y son esos sectores los que entienden la necesidad de la organización y de la lucha políticas.
En 1865, Federico Engels, en un trabajo que lleva por título La cuestión militar prusiana y el Partido Obrero Alemán, identifica al partido obrero como «aquella parte de la clase obrera que ha tomado conciencia de sus intereses comunes de clase» [2]. Los más avanzados de la clase constituyen el partido; Lenin dirá, después, el sector de vanguardia de la clase obrera, que cumple el papel de dirigente ideológico-político de la clase obrera.
En el libro Los Fundamentos del Leninismo, que reune una serie de conferencias dictadas por José V. Stalin en 1924 en la Universidad de Sverdlov, este aborda el tema del Partido y resume magistralmente —en cuatro ejes– la concepción leninista al respecto: El Partido como destacamento de vanguardia de la clase obrera; El Partido como destacamento organizado de la clase obrera; El Partido como forma superior de organización de clase del proletariado; El Partido como instrumento de la dictadura del proletariado.
«El Partido —dice Stalin— tiene que ser, ante todo, el destacamento de vanguardia de la clase obrera. El Partido tiene que incorporar a sus filas a todos los mejores elementos de la clase obrera, asimilar su experiencia, su espíritu revolucionario, su devoción infinita a la causa del proletariado. Ahora bien, para ser un verdadero destacamento de vanguardia, el Partido tiene que estar pertrechado con una teoría revolucionaria, con el conocimiento de las leyes del movimiento, con el conocimiento de las leyes de la revolución. De otra manera, no puede dirigir la lucha del proletariado, no puede llevar al proletariado tras de sí. El Partido no puede ser un verdadero partido si se limita simplemente a registrar lo que siente y piensa la masa de la clase obrera, si se arrastra a la zaga del movimiento espontáneo de ésta, si no sabe vencer la inercia y la indiferencia política del movimiento espontáneo, si no sabe situarse por encima de los intereses momentáneos del proletariado, si no sabe elevar a las masas hasta la comprensión de los intereses de clase del proletariado. El Partido tiene que marchar al frente de la clase obrera, tiene que ver más lejos que la clase obrera, tiene que conducir tras de sí al proletariado y no arrastrarse a la zaga del movimiento espontáneo. …Solo un partido que se sitúe en el punto de vista del destacamento de vanguardia del proletariado y sea capaz de elevar a las masas hasta la comprensión de los intereses de clase del proletariado, sólo un partido así es capaz de apartar a la clase obrera de la senda del tradeunionismo y hacer de ella una fuerza política independiente.»
[1] Recomendamos leer el artículo completo para tener una idea integral del planteamiento
[2] Ver: The Prussian Military Question and The German Workers’ Party. Karl Marx – Frederick Engels Collected Works, Volume 20