Estos ataques tienen como objetivo materializar sus intereses en Siria y Oriente Próximo y tienen como blanco a los pueblos de la región.
En el amanecer del sábado 14 de abril, aviones y misiles norteamericanos, británicos y franceses atacaron Siria. Estos ataques no tienen ninguna justificación. Las fuerzas imperialistas atacaron a otro país, una vez más, sin presentar pruebas concretas, como ocurrió en Irak. Estos agresores imperialistas dicen representar a la comunidad internacional y afirman que castigan al régimen de Assad en su nombre. De hecho, estos ataques pretenden materializar los intereses imperialistas en Siria y Oriente Próximo y tienen como blanco a los pueblos de la región.
Estos ataques, y el hecho de que Rusia, que respalda a Siria, haya manifestado que contestaría todos los ataques para después no hacer nada, prueban una vez más que cuando se lucha contra un país imperialista no se puede confiar en otro imperialista.
Turquía ha manifestado su apoyo. Esto no es sorprendente, porque el gobierno del AKP ya hizo llamamientos a Estados Unidos en el pasado para derrocar al gobierno sirio. Este apoyo muestra que el gobierno del AKP podría fácilmente cambiar su colaboración con Rusia en Siria por una colaboración con los Estados Unidos y los imperialistas occidentales. Rusia cuestionaría la integridad de Turquía, lo cual pondría más difícil a esta poder intervenir en Siria. El llamamiento de Turquía a emprender más acciones sirve para justificar la intervención imperialista en la región y es la continuación de su posición colaboracionista.
Los recientes acontecimientos en Siria también ponen en cuestión el acuerdo entre Turquía y Rusia para la compra de los misiles de defensa aérea S-400. Rusia podría reevaluar sus relaciones con Turquía después de su apoyo a los ataques en Siria, o Turquía podría retractarse de la compra argumentando que los sistemas de defensa aérea son ineficientes.
Cualesquiera que sean las consecuencias de estos ataques, muestran claramente un incremento de la tensión en las relaciones interimperialistas. Los imperialistas tratan, en vano, de presentar sus acciones como necesarias en beneficio de la humanidad en su conjunto, en lugar de sus propios intereses; pero estas mentiras ya no convencen.
Ante estos y otros ataques similares, los pueblos del mundo deben defender el derecho de todo país a su autodeterminación y luchar contra la agresión imperialista, la guerra y el peligro de una guerra regional, sabiendo que la colaboración con un país imperialista contra su rival no es la solución.
¡Abajo el imperialismo! ¡Viva la fraternidad de los pueblos!
Partido del Trabajo (EMEP)