J. Fernández
Los camaradas del Partido de los Trabajadores de Dinamarca nos invitaron a finales de julio al campamento de verano que organizan todos los años. Este es un pequeño resumen de nuestra experiencia, de las discusiones y lecciones políticas que sacamos de allí. Desde el primer momento que llegamos al campamento pudimos sentir un respeto y una camaradería tremendas por parte de gente que no nos conocía personalmente pero a la que nos une el internacionalismo proletario y el ‘hilo rojo de la historia’.
Al llegar al camping, saludamos a los camaradas del Partido de los Trabajadores de Dinamarca (APK) y de la Juventud Comunista Danesa (DKU). DKU no está afiliado ni con la CIPOML ni con el APK, son una organización independiente, pero tienen buenas relaciones y participaron con mucho gusto en el campamento. Después de cenar tuvimos nuestra primera charla, que fue sobre la lucha sindical por el salario, en el contexto de las huelgas del sector público que se estaban dando en Dinamarca. Para ello un camarada majísimo nos estuvo traduciendo (esta charla y casi todo el campamento) del danés al inglés. A pesar de las barreras de idiomas intentamos comunicarnos y aprender los unos de los otros, incluso aprendimos un par de palabras aquí y allá. Sobre estas huelgas hicieron mucho énfasis en la necesidad de unificar las luchas y superar la actual situación de dispersión (profesores por un lado, enfermeros por otro, etc). Es importante que las lecciones y enseñanzas de la lucha no las aprendamos solo los comunistas, sino todos los trabajadores.
El segundo día tuvimos una charla sobre el imperialismo y la revolución. Después, los compañeros de DKU presentaron su organización y su desarrollo político en los últimos tres años. Han pasado de ser una organización reformista y sin ningún tipo de claridad ideológica a una mucho más desarrollada que, aunque aún tiene algunos problemas ideológicos y organizativos, busca genuinamente discutir, enfrentar posiciones y encontrar la manera de organizar la Revolución.
Luego nosotros tuvimos una pequeña charla presentando la historia y la situación actual de nuestra organización. Hablamos del carácter de la J como escuela del comunismo, de la República Popular y Federativa, de la situación de la juventud trabajadora en España… Después de la charla una de las camaradas de Dinamarca hizo un comentario interesante sobre las Asambleas Republicanas, planteándolas como las unidades mínimas de Poder Popular, algo así como los embriones de los futuros Soviets.
Más tarde estuvimos hablando y discutiendo con los chavales de DKU. Nos contaron cómo ha sido su ruptura con el revisionismo y su desarrollo cómo organización, los debates ideológicos que han tenido, su relación con el APK, y nos hicieron un montón de preguntas. Pudimos ver y señalar muchas de sus limitaciones y errores, sobretodo en lo que respecta a la burocracia interna que habían creado, su confusión respecto a qué es DKU (¿un Partido?, ¿una organización juvenil?, ¿de masas?…) y su relación con otras organizaciones internacionales revisionistas. Quedaron bastante impresionados al conocer el funcionamiento de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista-Leninistas (CIPOML). A diferencia de otras organizaciones internacionales, en la CIPOML no toleramos el abuso de poder por parte de los partidos grandes hacia los pequeños ni la falta de democracia interna. Solamente admitimos una organización por país, bajo el principio de que si varias organizaciones tienen la misma política deben unificarse, y si tienen líneas distintas al menos una de ellas es errónea. En la CIPOML discutimos y ponemos en común nuestras ideas para llegar a un consenso sobre qué posturas adoptar colectivamente, sin permitir que ningún partido imponga sus ideas a otro. Todas estas cuestiones nos reafirman en nuestra convicción de que en la CIPOML, aún con sus limitaciones actuales, vamos por el buen camino hacia una nueva y verdadera Internacional Comunista.
El tercer día los compañeros de DKU habían preparado una charla sobre el carácter capitalista de la China moderna. Además nos contaron también que esta caracterización de China como potencia imperialista había sido uno de los puntos centrales de las discusiones internas en su organización los últimos meses y había servido para desenmascarar a numerosos oportunistas y guiar a la organización hacía posturas revolucionarias. Después de comer llegó la delegación de los camaradas alemanes, miembros de la Organización para la Reconstrucción del Partido Comunista de los Trabajadores de Alemania (a partir de ahora me referiré a ellos por las siglas de su periódico, Arbeit Zukunft (AZ)). Tenían una charla preparada para presentarnos su organización y el trabajo que hacen entre la juventud. Llevan varios años impulsando la Asociación Internacional de la Juventud (IJV) – una organización “para todos los jóvenes que quieren vivir en un mundo sin opresión y explotación social, política y económica”, capaz de movilizar a miles de jóvenes y que no para de crecer. Tenemos cho que aprender de ellos.
Luego tuvimos una reunión trilateral con los alemanes y los compañeros de DKU. Hablamos sobre qué tiene que ser una organización comunista juvenil, que tal y como la comprendemos nosotros no es ‘el partido para los jóvenes’, sino una organización cualitativamente diferente, abierta a cualquiera con inquietudes de cambio y revolución; una escuela de comunismo. Estábamos todos de acuerdo en que la organización no es un fin en sí mismo, ni siquiera el Partido, sino que son una herramienta del proletariado para dirigir la revolución. Los alemanes nos contaron su experiencia en la IJV. Contaron por ejemplo que ellos tienen mucho cuidado cuando les contacta alguien nuevo en una zona en la que no tienen gente, y que suelen esperar a tener varios contactos en la misma zona para empezar a organizarles en vez de crear grupos células con una o dos personas. Así evitan que estos nuevos contactos se vean sobrepasados y acaben frustrados y desorganizados. También nos contaron que ellos organizan a la gente por su posición en la esfera productiva, es decir, en grupos o células de estudiantes u obreros (lo que allí sería el equivalente a FP lo incluyen dentro del mundo de los trabajadores en vez del de estudiantes). También nos explicaron que ellos habían conseguido atraer a bastante gente a sus actividades sistematizando el hablar con e invitar a amigos y gente cercana, no dejándolo a la libre decisión de cada uno de invitar a sus colegas sino tratándolo como una responsabilidad de la militancia. También discutimos con los compañeros de DKU sobre un problema que ellos han estado teniendo en Dinamarca, y es que han creado organizaciones de estudiantes o de jóvenes trabajadores a las que luego no han conseguido atraer a la gente. Hablamos de cómo esta forma de trabajar no suele dar frutos. Tenemos que evitar crear primero las estructuras y después buscar el trabajo para sostenerlas.
Después de esta reunión tuvimos la última charla del día, dada por los camaradas del APK, sobre su ruptura con el maoísmo en los años 70-80. En ella aprovechamos la ronda de preguntas y discusión para contar nuestra experiencia con el maoísmo, marcada por las contradicciones y problemas desde la fundación del PCE(M-L). Estos problemas los conocía solo el Comité Central hasta 1973 cuando nuestro Partido publicó un artículo en el Vanguardia Obrera criticando a los camaradas chinos por establecer relaciones diplomáticas con la dictadura de Franco. Por supuesto mencionamos también el silencio cómplice de Mao y sus acólitos con respecto a los fusilamientos de los cinco antifascistas (en esa época tres de ellos eran también sus camaradas) el 27 de septiembre de 1975. En un momento en que el mundo entero se movilizó contra las penas de muerte que Franco impusó a aquellos inocentes, los maoístas no sólo guardaron silencio sino que el embajador chino en Madrid acompañó a Franco en su discurso posterior a las ejecuciones. Esto causó algo de revuelo entre los miembros de DKU, que desconocían la historia y tenían simpatía por Mao. Inicialmente trataron de justificar estos actos, llegando a faltar al respeto a las víctimas y nuestro Partido, aunque después pidieron disculpas.
Al día siguiente, después de desayunar, tuvimos una charla sobre el imperialismo danés, en particular sobre su relación con la OTAN y el bloque EEUU-UE. Después de comer seguimos con un tema similar, con intervenciones de los tres grupos juveniles (nosotros, los alemanes y DKU) sobre la lucha contra la política militarista de la OTAN y la Unión Europea. Los alemanes nos contaron sobre una campaña que han estado organizando con bastante éxito reclamando que el presupuesto militar se destine a mejorar las condiciones de vida de los jóvenes, bajo el eslogan “¡100 mil millones para la juventud!”.
Después de comer nos reunimos otra vez las organizaciones juveniles para hablar sobre internacionalismo y el trabajo que realizamos en ese frente. Los compañeros de la Juventud Comunista Danesa (DKU) nos contaron más de su experiencia en la Federación Mundial de la Juventud Democrática, y de su relación con el Partido de los Trabajadores de Dinamarca (APK, miembro de la CIPOML), con el que comparten grupos de trabajo y estudio y que les ha ayudado mucho a avanzar y superar posturas revisionistas. Estuvimos hablando de nuevo del funcionamiento de la CIPOML, de sus orígenes y de cómo la principal ayuda que nos damos es política más que económica o logística.
También tuvimos una reunión entre la JCE(M-L), APK y AZ. Hablamos de cómo este tipo de campamentos nos ayuda mucho a los que asistimos y decidimos apoyarnos más entre las organizaciones de la CIPOML para acudir a los campamentos de los miembros y estrechar más los lazos que nos unen. Los camaradas de APK nos contaron también cómo su relación con DKU les había ayudado a ellos a conocer mejor la situación de la juventud. Nos pidieron que les contáramos sobre nuestra experiencia como organización juvenil comunista, pues ellos aún no tienen. Les contamos sobre la situación de dispersión de los jóvenes trabajadores en España, con una economía dominada por el sector servicios y las pequeñas empresas; les hablamos también de la escisión que sufrimos en 2014 y el proceso de reconstrucción de la JCE(M-L) hasta el Congreso de 2021.
El último día los camaradas del APK habían preparado una presentación sobre un libro que van a publicar sobre el futuro del Socialismo. El libro trata sobre el socialismo como algo que desarrollamos y hacemos continuamente, de cómo acercarnos a los trabajadores para desarrollar su conciencia de clase y conocimientos y que ellos mismo se erijan como dirigentes, evitando la arrogancia y la superioridad moral de creernos mejores que ellos por haber leído a Marx.
En este resumen, para que no ocupara diez páginas, me he centrado en las discusiones políticas que tuvimos, pero el campamento fue mucho más que eso. Fue una experiencia increíble, de camaradería y amistad. Fuimos a la playa, jugamos al fútbol, bailamos… No conozco a una sola persona que haya ido a uno de estos campamentos y no se lo recomiende a los demás. Políticamente, todo lo que hemos discutido, todos los aciertos y errores de los camaradas internacionales, nos permiten también reflexionar sobre los nuestros, explorar nuevas ideas y desarrollarnos colectiva e individualmente como dirigentes comunistas; pero en lo personal el campamento también lo disfrutamos muchísimo. El respeto y orgullo mutuo entre los partidos y organizaciones de la CIPOML, no importa si grandes o pequeñas, se dejaba notar en cada conversación. Incluso los de DKU, que comenzaron con algo más de desconfianza hacia nosotros, acabaron tratándonos como verdaderos camaradas.
¡Proletarios de todos los países, uníos!