Periódico Opción
El declive de la imagen del gobierno de Rafael Correa se ha convertido en un espacio de disputa política, en perspectiva de las elecciones presidenciales del 2017.Es la derecha y sus distintas facciones la que ahora intenta capitalizar
el descontento y el despertar del movimiento social que, a partir de las movilizaciones convocadas por las centrales sindicales y las organizaciones populares y de izquierdas, se ha mostrado de manera contundente en todo el país.
La maquinaria publicitaria y de marketing político de proyectos presidenciales como Guillermo Lasso están en pleno funcionamiento, el propósito es posicionarse como el líder convocante de la unidad. Se busca hacer contrapeso a la estrategia política de Alianza País que habla también de la Unidad, según dice, de la izquierda y las fuerzas progresistas contra una “restauración conservadora “que argumenta son todos los anteriores, además de las izquierdas de oposición. Ambos sectores, gobierno y la otra derecha, juegan sus cartas en función de vender marcas, antes que realidades, ambos están en el mismo sector de clase, aunque con sus contradicciones específicas.
Su tribuna son los medios de comunicación, que intentan posicionar estos pretendidos liderazgos con entrevistas, cadenas de radio y televisión (en el caso del gobierno), foros y coberturas especiales.
En el otro polo están los pueblos, las organizaciones sociales y sindicales, partidos y movimientos de izquierda, especialmente Pachakutik y Unidad Popular, que aparecen en estos momentos como las fuerzas más representativas de esta tendencia democrática, popular y de izquierda. En este lado no hay peleas intestinas ni disputas por protagonismos como ocurre con las fuerzas del denominado frente “Compromiso Ecuador” y de Sociedad Patriótica, que están envueltos en la discusión de si hay que esperar la resolución de la Corte Constitucional para definir si se recoge o no firmas para la consulta, o hay que hacerlo antes, como ya hizo SP. Discusiones acerca de cuántas preguntas debe haber en esa propuesta de consulta, si el tema principal es la reelección presidencial o la integración.
Para los pueblos del Ecuador y sus organizaciones sociales que paulatinamente recobran protagonismo en el escenario nacional, que vienen unificando sus plataformas, afinando sus estrategias de oposición al régimen, tienen la tarea de marchar por una senda independiente de las derechas, tanto de la que está dentro del gobierno como la que está fuera.
Deben desarrollarse los importantes pasos dados por del movimiento sindical y popular en la movilización, que van rompiendo la política demedio, desafiando la represión gubernamental exigen sus derechos, sus reivindicaciones y propuestas ante un régimen desgastado en su demagogia, que se cada vez muestra de cuerpo entero su naturaleza antipopular y antinacional. A esto hay que sumarle la urgente necesidad de abrir un amplio debate en las fuerzas sociales y políticas de izquierda para avanzar en la construcción de una propuesta programática que se convierta en alternativa y guía para la lucha política de los pueblos del Ecuador que anhelan bienestar, democracia, justicia y libertad.