Hace 7 años, una fracción liquidacionista dio un golpe a nuestra organización en un contexto político y organizativo ciertamente complicado. Esto, unido a las consecuencias de la erupción ciudadanista, repercutió en una debilidad palpable de nuestra Juventud.
Inmediatamente después, comenzó un periodo de reconstrucción que dura hasta nuestros días, respecto al cual nuestro último Congreso representa un elemento fundamental. Durante los últimos 6 años hemos conseguido recuperar terreno, consolidado organizaciones en multitud de puntos de nuestra geografía y avanzado enormemente en nuestra capacidad organizativa. Igualmente, no podemos obviar lo necesaria que ha resultado la guía y ayuda de los camaradas del Partido, sin los cuales probablemente no estaríamos en el punto en que nos encontramos hoy.
Hemos avanzado mucho, pero seguimos lejos de estar satisfechos con el nivel de nuestra organización, que aún adolece de numerosos problemas y carencias. Actualmente, nuestro Partido está creciendo a través de la JCE (m-l), en influencia y en militancia. Cada vez son más los jóvenes que se acercan a la Jota y se encuadran en ella, por lo que debemos aclarar una serie de cuestiones.