Por un primero de mayo de unidad y lucha contra el nacionalismo, el racismo, el fascismo y la política de guerra
¡Levantemos la bandera del internacionalismo proletario!
¡Obreros y trabajadores, jóvenes, mujeres y pueblos oprimidos de todos los países!
El prolongado período de bajo crecimiento económico y el aumento de la inestabilidad política ponen de manifiesto agudamente las contradicciones que sacuden al mundo capitalista.
Aun debilitado por las crisis generales y periódicas, este sistema capitalista-imperialista sigue siendo fuerte. Salvo que nos unamos y organicemos para combatirlo y derribarlo, este sistema caduco perdurará manteniendo su carácter explotador y opresor. Y, sin embargo, las bases sobre las que reposa están podridas y sus contradicciones se agudizan. Los ataques contra la clase obrera internacional y los pueblos oprimidos se intensifican.
El resultado es:
- La exacerbación de la lucha por los mercados, el proteccionismo, las disputas comerciales y monetarias. La emergencia del nacionalismo en la política económica exaspera y agudiza los problemas entre los países imperialistas y capitalistas, particularmente entre EEUU, la UE, China y Rusia.
- Se intensifica la política de guerra, el aumento de los gastos militares y la carrera armamentista. Las potencias imperialistas y los monopolios financieros rivalizan crudamente en el saqueo de los recursos de los países dependientes. La posibilidad de una nueva guerra mundial se agita en el Próximo Oriente. En Siria se manifiestan claramente estas contradicciones, y en las regiones de Asia y del Pacífico se acumulan los depósitos de armas imperialistas.
- Una feroz ofensiva de la burguesia contra la clase obrera y la masa trabajadora, para descargar sobre ella las consecuencias de las graves dificultades económicas. Los capitalistas y sus gobiernos intensifican su explotación, golpean a las organizaciones de los trabajadores, destruyen sus derechos democráticos, criminalizan la protesta social y reprimen a los luchadores del proletariado.
- El aumento de la reacción política y el autoritarismo, la limitación de la democracia burguesa, el incremento de la corrupción en los partidos de las clases dominantes, la deriva en Estados policíacos bajo el pretexto de luchar contra el terrorismo, y el acceso al Poder en algunos países de la extrema derecha y el fascismo.
- Una infame campaña ideológica de los sectores más reaccionarios de la burguesía que difunde el chovinismo, el racismo, el odio contra los migrantes, el fanatismo religioso, para dividir a los trabajadores y los pueblos y reforzar así el dominio del capital.
- La crisis profunda de la socialdemocracia, columna social del capital, con gran pérdida de afiliados, mientras que los partidos populistas atraen a capas empobrecidas y decepcionadas por la demagogia social y un falso patriotismo.
La burguesía condena a millones de seres humanos al hambre, la pobreza y el paro, esperando así retrasar el inevitable fin de su sistema, e impone regímenes neoliberales y reaccionarios, destruye el medio ambiente y prepara nuevas guerras imperialistas.
¡Pero el proletariado y los pueblos no se rinden, están de pie y combaten! En el mundo son cada vez más los campos de lucha contra la explotación capitalista, el imperialismo, sus lacayos y gobiernos y partidos. Crece el descontento y la resistencia de las masas contra las camarillas dominantes y se prepara el campo para nuevas oleadas revolucionarias.
¡Obreros, trabajadores, jóvenes, mujeres y pueblos oprimidos de todos los países!
¡Unámonos y manifestémonos el Primero de mayo, día de la solidaridad internacional del proletariado, exigiendo trabajo, salud, instrucción, servicios sociales, salario igual a trabajo igual, igualdad de derechos para todos los trabajadores!
¡Ya basta de paro y precariedad! ¡Reivindiquemos la reducción de la jornada laboral y de la edad de jubilación! No a la guerra y al fascismo; fuera nuestros países de las alianzas belicistas; ¡fuera del poder los partidarios de la guerra, luchemos por la paz y la libertad de los pueblos!
Impulsemos el frente único de la clase obrera para defender nuestros intereses políticos y económicos y llevar a cabo la lucha hasta acabar con la explotación y opresión capitalistas.
Denunciemos y opongámonos a la política de colaboración de clase promovida por los jefes de la socialdemocracia y los de la burocracia sindical; desarrollemos la línea de organización y lucha de clases para movilizar a las masas contra el capital.
Es necesario construir amplias coaliciones populares, encabezadas por la clase obrera, para organizar y desarrollar la resistencia contra la ofensiva capitalista, la reacción imperialista y la política de guerra: luchemos con la perspectiva de acabar con los explotadores.
Es necesario unir a la juventud antifascista, antimperialista y democrática, para conquistar un futuro radicalmente diferente del que nos reservan los capitalistas y sus siervos oportunistas.
¡Hoy más que nunca debemos reforzar y desarrollar la solidaridad internacionalista para luchar sin descanso contra los gobiernos burgueses, acercar y unir al proletariado y las masas oprimidas de todos los países con el fin de derrocar al enemigo común: el imperialismo!
¡El Primero de Mayo vamos todos a la calle con nuestras rojas banderas!
Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista-Leninistas (CIPOML).
Abril de 2017.