F. Martí
Bajo este lema centenares de militantes del movimiento por la vivienda nos dimos cita el pasado 8 y 9 de febrero en Granollers para el II Congrés d’Habitatge de Catalunya, del que ha salido la decisión de formar la Confederació Sindical d’Habitatge de Catalunya.
Desde el inicio de las ejecuciones hipotecarias tras la crisis de 2008, y tomando el legado de anteriores luchas de la clase trabajadora, el movimiento por la vivienda ha ido siguiendo un recorrido no libre de obstáculos ni limitaciones. Conscientes de que, si no queremos seguir parando desahucios eternamente, ni soportando las vidas de miseria a las que nos condena el capitalismo, hay que superar el presentismo y el localismo en el que hemos estado envueltos la mayoría de colectivos de vivienda, el II Congrés d’Habitatge ha sido un paso delante de multitud de sindicatos, PAHs y Xarxes de toda Catalunya, con la voluntad de dotar a nuestra clase de mejores herramientas para las luchas de hoy y del futuro.

Estos días en los que la problemática de la vivienda vuelve a estar encima de la mesa, tanto de la sociedad civil como de los partidos reformistas, tras años en los que la violencia de los desahucios ha sido la norma imperante, el Congrés y su trabajo previo han servido para reafirmar entre la militancia la voluntad de que nuestros esfuerzos vayan encaminados a la superación del capitalismo. Entendemos la lucha por la vivienda como uno de los frentes de la lucha de clases en el que tenemos la capacidad de organizarnos y pasar a la ofensiva, sin permitir que nuestros esfuerzos sirvan para continuar legitimando unas políticas socialdemócratas
La Confederació pretende ser la herramienta que nos permita mejor llegar al conjunto de nuestra clase, independientemente de su modo de acceso a la vivienda (ocupación, alquiler u hipoteca), de su origen, o cualquier otra circunstancia, actuando de forma eficaz, y aprovechando la capacidad del movimiento por la vivienda de generar conflicto y politización, poniendo en cuestión la propiedad privada, la especulación, y el rentismo. Aumentar nuestra fuerza para lograr más y mayores victorias.
Ahora, con nuevas movilizaciones, y en especial la del 5 de abril a la vista, la Confederació empezará a andar como organización unitaria de la mayoría del movimiento por la vivienda catalán, y con vista a ser también fuente de aprendizaje para camaradas de alrededor del Estado, permitiéndonos articular mejor nuestras fuerzas, haciendo del sindicalismo de vivienda una nueva forma de lucha de nuestra clase.