Comisión de Movimiento Obrero y S. del CC del PCE(m-l)
Antes del acuerdo al que recientemente han llegado la patronal y los sindicatos mayoritarios había una “Propuesta salarial de CCOO y UGT para retomar la negociación del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva”. Básicamente era la siguiente:
– “Subidas salariales iniciales para cada año del 5%, 4,5% y 3,75% [2022, 23 y 24].
– Subida salarial adicional (…) en función del diferencial entre la subida inicial pactada y la desviación de la inflación de cada uno de los años.”
Esta subida adicional se fijaría “a través de una cláusula de revisión salarial” que combinaría “dos criterios: (1) la evolución del poder de compra de los salarios y (2) la situación económica de las empresas, medida por la evolución de su margen de beneficios” (ccoo.es, 01/03/2023).
Algunas consideraciones a vuela pluma. En primer lugar, las subidas salariales que ambas partes han acordado para los años 2023, 24 y 25 quedan lejos de aquéllas: 4%, 3%, 3%, respectivamente.
En segundo lugar, en lo que respecta a la cláusula de revisión salarial, no solo se renuncia a lo básico de su propuesta sino que se renuncia, realmente, a lo que es dicha cláusula, pues está limitada a un aumento tope del 1%. Se vacía de contenido, pues, una cláusula cuyo objeto no es otro que evitar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, función que, al estar topada, no cumple.
En tercer lugar, se nos puede decir que toda negociación es un “toma y daca”, que ambas partes tienen que ceder. Estamos de acuerdo, pero… Pero la cuestión es que hay que ceder lo menos posible y arrancar a la contraparte lo más posible y eso sólo (¡sólo!) se puede hacer desde una posición de fuerza, que se consigue mediante la movilización, la organización y el combate, de los que hace dejación la aristocracia obrera. Los burócratas sindicales, llevan demasiado tiempo instalados en la sacrosanta paz social (la que Sánchez utiliza como bandera y a la que Garamendi lanza loas: “Siempre he dicho que la primera infraestructura del país es la paz social y con este acuerdo queda garantizada para 2023, 2024 y 2025”, “De lo que yo me siento más orgulloso es de brindar [sic] la paz social”, cincodiaselpais.com, 09/05/23) y reniegan del conflicto social, de la lucha; son recalcitrantes fanáticos de la negociación colectiva sin presión.
En cuarto lugar, durante todo 2022 la clase trabajadora ha perdido mucho poder adquisitivo, lo que se ha trasladado a su vida diaria ocasionándole toda una serie de problemas. Así, este era el titular de un periódico digital: “El Banco de España [nada sospechoso de izquierdista] alerta de que la mitad de los inquilinos está en riesgo de pobreza por los alquileres disparados y los bajos salarios” (elDiario.es, 10/05/23). ¡¿Qué pasa con esa pérdida?! ¡¿Cómo se recupera?!
Por último, el acuerdo al que han llegado la patronal y los sindicatos en el V AENC establece criterios a tener en cuenta en los convenios colectivos por firmar, pero estos criterios no son vinculantes para las partes. Son simplemente una guía que igual que se aprueba por los “representantes” de la burguesía y la clase obrera se puede desechar por ellos en sus respectivos ámbitos, como hace habitualmente la patronal.