La Plataforma Vecinal Interdistritos Barrios Hartos reúne a organizaciones obreras y populares y que en noviembre pasado eligió una coordinadora para reforzar su lucha por los derechos y los intereses de la clase trabajadora ha emitido este comunicado referente al enfrentamiento (que originó su nacimiento, organización, unidad y luchas como vecinos) que tienen con ENDESA.
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha responsabilizado a E-Distribución de los cortes de suministro que ha sufrido una usuaria de Almería, obligando a la distribuidora del grupo Endesa a indemnizar con 6.000 euros a la afectada en una sentencia firme.
El tribunal ha dado la razón a la mujer que denunció los continuos cortes de luz en el suministro dado que ella pagaba con regularidad sus facturas y no recibía el servicio contratado, independientemente de que viviera en un barrio con enganches ilegales y cultivos de marihuana. En su sentencia, la Sala de lo Civil y Penal del TSJA, recalca que “las causas del incumplimiento y la adopción de las medidas reparadoras de la deficiencia del servicio están más en la esfera de control de la empresa suministradora que del consumidor suministrado”. La estrategia de Endesa para ocultar sus intereses en materia de desinversión en infraestructuras obsoletas y desfasas en los barrios y zonas obreras es la criminalización de los afectados.
Desde Barrios Hartos llevamos mucho tiempo señalando las mentiras y manipulación del multinacional, que mientras acumula cientos de millones de beneficios a costa del esfuerzo de las familias trabajadoras (tanto de la propia plantilla, a menudo víctima de cadenas de subcontratas, como usuarios) que afrontan el pago de las facturas, a menudo llenos de abusos como otras sentencias similares han fallado con anterioridad. Los cortes de luz están haciendo imposible una vida digna para decenas de miles de personas y se han cobrado incluso vidas de varios vecinos vulnerables que requerían de suministro continuo para sus aparatos de respiración. Esto jamás podrá ser reparado por ninguna indemnización, de sentencias además tardías.
El TSJA no sólo demuestra que la empresa no puede escudarse en los enganches para no dar el servicio que debe, sino que marca un precedente en nuestra lucha. “Según el artículo 136 del Texto Refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, la electricidad es considerada como un “producto” (para los afectados un derecho básico).
Para Barrios Hartos, esta sentencia no es sólo una condena para Endesa, sino también para el Gobierno andaluz, completamente solidario con los argumentos de la multinacional privatizada por su propio partido hace más de dos décadas. Consideramos una vergüenza que deba ser un tribunal de justicia el que ponga las cosas en su sitio, cuando el problema debería ser resuelto por vía política, a través de los mecanismos de control de un monopolio privado que hace y deshace en función de su cuenta de resultados, abultada año tras año. La llamada “auditoría” puesta en marcha desde la Junta de Andalucía, no es más que la última maniobra para introducir más dilación en el problema. Además tenemos constancia de que esta auditoría, con más de tres meses de retraso, se está aprovechando para parchear lo aspectos más escandalosos (con chapuzas varias que ya ha denunciado Barrios Hartos) con el fin de dar respaldo a un resultado ya adelantado por el Consejero Jorge Paradela, respaldado por Moreno Bonilla, en la linea de que “Endesa no es culpable de nada”.
Lo que desde Barrios Hartos reclamamos es una solución definitiva. Es fundamental la renovación integral de toda la infraestructura. Por eso, también hacemos un llamamiento al Gobierno central para que intervenga a esta empresa y vuelva a ser pública. La solución vendrá cuando se aparte al capital internacional de la empresa y la empresa esté bajo control y fiscalización de los trabajadores.
Desde nuestra lucha, ahora nos vemos obligados a inundar los juzgados sobre la base de esta resolución. Como decimos, esta no debería ser la vía de solución de un problema que lleva en la palestra pública años pudriéndose ante la indiferencia cómplice de los gobiernos de turno. Seguiremos en las calles y usando todos los medios a nuestro alcance hasta resolver este problema definitivamente.