Ateneo de Madrid: “8 de mayo: Día de la Victoria frente al fascismo en Europa. La contribución española republicana”
El 8 de mayo, coincidiendo con el final de la Segunda Guerra Mundial, se celebró en el Salón de Actos del Ateneo de Madrid un acto titulado “8 de mayo: Día de la Victoria frente al fascismo en Europa. La contribución española republicana”. Con una gran afluencia de público, presentó a los ponentes D. Miguel Pastrana, una persona ligada al Ateneo desde hace muchos años y que ha ejercido cargos directivos en la Institución.
Intervinieron en el evento Mirta Núñez Díaz-Balart; Pedro López López; Carlos Hermida Revillas; Rosario Rodero Salamanca; Vicente González Vicente; Laureano Recio y Pedro García Bilbao. Los miembros de la mesa abordaron diferentes aspectos de la lucha librada por los republicanos españoles durante la contienda, poniendo de manifiesto la gran contribución que hicieron a la derrota del fascismo en 1945. Su lucha, sin duda, fue un elemento importante en la victoria final de las fuerzas aliadas.
Reproducimos a continuación los fragmentos más relevantes de la intervención de nuestro camarada Carlos Hermida:
“En la Historia de España, como en la Historia de la Humanidad, hay páginas brillantes y páginas muy oscuras. Entre las primeras, y ocupando un lugar preferente, está la lucha de los republicanos españoles en la II Guerra Mundial.
Tras haber combatido en la guerra civil contra el fascismo nacional e internacional, cientos de miles de hombres y mujeres marcharon al exilio. La mayoría se quedaron en Francia Y allí, en el país vecino, se vieron envueltos en la contienda mundial. Y su actitud fue la misma que en España: combatir decididamente al fascismo.
Me voy a centrar en algunos rasgos de esa lucha, concretamente en cuatro. En primer lugar, su dimensión cuantitativa y espacial. En Francia, donde residían la mayor parte de los exiliados, los republicanos españoles participaron activamente en la Resistencia guerrillera contra el ocupante nazi. Más de 10.000 españoles lucharon en la guerrilla. En 35 departamentos, la acción de los republicanos españoles fue fundamental y algunas zonas del sur de Francia fueron liberados por los guerrilleros españoles antes de que llegara las tropas estadounidenses en 1944.
Aproximadamente 2.000 españoles combatieron en la II división blindada mandada por el general Leclerc, que formaba parte de las Fuerzas Armadas de la Francia Libre y dentro de esa división destacó la 9 º compañía, integrada casi en su totalidad por españoles. Y fue esa unidad la primera en liberar París en agosto 1944. Los primeros tanques que entraron en la capital llevaban nombres de batallas españolas: Guadalajara, Belchite, Teruel…
Los republicanos españoles combatieron en todos los escenarios de la guerra: en el norte de África, estuvieron en el desembarco de Normandía, lucharon en los Países Bajos, participaron en la batalla de Narvik (Noruega). Y, por supuesto, tuvieron una actuación destacada en la Unión Soviética. Más de 700 españoles lucharon en las filas del Ejército Rojo. Rubén, hijo de Dolores Ibárruri (Pasionaria), murió en Stalingrado y se le otorgó el título de “Héroe de la Unión Soviética”.
No podemos olvidar a los españoles asesinados en los campos de concentración nazis. Aproximadamente 9.300 republicanos españoles estuvieron encerrados en ellos y el 60% murió. Si cito esta cuestión es debido a que con frecuencia escuchamos que un diplomático franquista, Ángel Sanz Briz, encargado de negocios en la embajada española de Budapest, salvó a centenares de judíos húngaros en 1944 concediéndoles pasaportes españoles. Pero lo que no se dice es que este señor no movió un solo dedo en defensa de los españoles recluidos en los campos nazis. El Estado de Israel nombró a Briz “Justo entre las Naciones” en 1966, pero lo cierto es que fue un diplomático fascista cómplice del asesinato de miles de republicanos españoles en Mauthausen y otros centros de reclusión.
El segundo rasgo se refiere a la fuerte conciencia antifascista de los republicanos españoles, forjada en los años de la República y la Guerra Civil. Esos españoles consideraban que la derrota de Hitler y Mussolini significaría también la caída de Franco. Y era muy coherente sostener esa opinión, aunque después, tras el final de la contienda, llegaría la nueva traición de las llamadas democracias occidentales. Movidas por el anticomunismo de la “Guerra Fría”, Estados Unidos, Inglaterra y Francia decidieron que Franco no sería derrocado.
Un tercer rasgo es la eficacia militar. Las unidades militares o guerrilleras en las que los españoles combatían mostraron siempre una alta cualificación técnica. Los combatientes españoles trasladaron las enseñanzas de la Guerra Civil la Segunda Guerra Mundial. Un buen ejemplo es el combate de La Madeleine, que tuvo lugar en Francia el 25 de agosto de 1944. Un destacamento de 36 guerrilleros españoles derrotó y obligó a rendirse a una columna de 1.500 soldados alemanes, que contaba con vehículos blindados y artillería.
El cuarto rasgo se refiere a la memoria histórica. Esos españoles nunca han tenido aquí, en nuestro país, el reconocimiento oficial que se les debe. Para que eso ocurra es imprescindible acabar con esta monarquía corrupta que es heredera directa del franquismo. Sólo con la República se conseguirá la “Verdad, Justicia y Reparación” para todas las víctimas del franquismo. Pero más allá de reconocimientos oficiales, la lucha de los republicanos españoles, su sacrificio, su abnegación, su sangre derramada en los campos de batalla, esa gesta no se olvidará, siempre estará presente en la memoria de los hombres y mujeres antifascistas de todo el mundo.
Voy a terminar con una reflexión. Decenas de millones hombres y mujeres, en el frente y en la retaguardia, contribuyeron a la derrota del fascismo, pero el elemento fundamental fue la URSS, su Ejército Rojo y Stalin. Esa es la verdad histórica. El soldado Ryan no venció a Hitler. Contribuyó a la victoria, pero el desembarco de Normandía fue posible porque antes hubo una batalla trascendental: Stalingrado. No lo olvidemos, no nos dejemos manipular.
Muchas gracias”.