El incendio de la nave del Gorg en Badalona con las consiguientes pérdidas humanas no hace más que destapar las ingratas e inhumanas condiciones en las que malviven miles de trabajadores inmigrantes a lo largo de toda la geografía del estado español. Como resultado de este incendio han muerto, al menos, tres trabajadores de origen africano. Todo esto sucede como consecuencia directa de un régimen monárquico que consiente que permanezca esta situación de abandono y marginación año tras años en su defensa de un sistema capitalista que no tiene en cuenta en absoluto el bienestar de la clase obrera, sino todo lo contrario.

Al igual que en esta población de Cataluña, se encuentran poblados chabolistas en la provincia de Huelva que son objetos de incendios, sospechosos de ser intencionados la mayor parte de las veces, donde malviven en condiciones de extrema marginalidad en plena campaña agrícola alrededor de unos 3.000 temporeros desde hace más de veinte años sin ninguna solución habitacional a la vista.

Otro ejemplo de criminal actuación de este régimen ha sido la muerte de una temporera de origen marroquí, como consecuencia de un cáncer que se le detectó en la última campaña de la fresa. Temporera que fue despedida y abandonada por la empresa en una miserable vieja caravana hasta su fallecimiento. Con la única asistencia solidaria de dos organizaciones de trabajadores y temporeras de la provincia.

Condenamos como culpables al régimen monárquico, a sus representantes y a sus voceros que tratan, en todo momento, de criminalizar a estos trabajadores, como lo ha hecho recientemente en todos los medios de comunicación el bravucón, chulesco y filofascista alcalde de Badalona. Al igual que lo suelen hacer los alcaldes de Lucena del Puerto, Palos de la Frontera o de Lepe en Huelva cuando ocurren los incendios.

También hacemos un llamamiento a todas las organizaciones que trabajan codo con codo con estos trabajadores a potenciar un trabajo unitario que implique una lucha consecuente hasta conseguir que estos asentamientos marginales sean radicados y se les dote de condiciones dignas de habitabilidad en sintonía con los trabajadores autóctonos que también lo están pasando francamente mal.

Comité de Andalucía del PCE (m-l) y la JCE (m-l)