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Por P. Recife

Entre los años 2012 y 2014 multinacionales tecnológicas de primera línea como MySpace, Linkedin o Dropbox fueron objeto del robo de cientos de millones cuentas y claves de sus usuarios. En septiembre de este año saltaba la noticia de que se habían “hackeado” (en el 2014) cientos de millones de cuentas de correo de la multinacional YAHOO. La empresa lo puso en conocimiento público, mediante un comunicado del 22 de ese mes1, en el que manifestaba sus sospechas de que el ataque ha sido avalado por algún Gobierno. Cinismo puro, como veremos.

Semanas después, según informaron dos exempleados y una tercera persona al corriente de los hechos, la realidad era muy otra: Yahoo espió cientos de millones de cuentas de correo electrónico de sus clientes al servicio de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) o la Oficina de Investigación Federal (FBI). Yahoo, lejos de desmentir la noticia se limitó a declarar a la agencia REUTERS: “Yahoo es una empresa que opera en el marco legal y cumple con las leyes de Estados Unidos”.


«El progreso de la técnica y la ciencia significa en la sociedad capitalista el progreso en el arte de estrujar y expoliar a las personas.» (V. I. Lenin. Obras, t. 18, p. 557).

Estos hechos lo demuestran por enésima vez. Se sabe que grandes empresas estadounidenses telefónicas, tecnológicas y de Internet han transferido cantidades inmensas de información sobre sus usuarios a las agencias de seguridad del país. Pero exempleados del propio gobierno y otros expertos aseguran que nunca habían visto un programa como el de Yahoo que captaba información en tiempo real y que requería la creación de un programa específico.

PRISM es el nombre que recibe un programa clandestino2 de vigilancia electrónica operado por la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA) para la recogida masiva de comunicaciones procedentes de al menos nueve3 grandes compañías estadounidenses de Internet. PRISM es un programa del Gobierno estadounidense mediante el cual se obtienen datos de compañías como Google, Apple, Microsoft, Yahoo o Facebook, aunque todas ellas nieguen su participación activa. Este programa fue filtrado a la opinión pública en 2013 y puesto en marcha en 2007, en el marco de la expansión de los servicios de inteligencia de Estados Unidos iniciada en 2001 tras los atentados del 11 de septiembre y el comienzo de la supuesta «guerra contra el terrorismo».

Como decimos PRISM se inició en 2007 gracias a la Protect America Act aprobada por el gobierno de George W. Bush. El programa es operado bajo la supervisión del Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera de los Estados Unidos, conforme a la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (FISA, Foreign Intelligence Surveillance Act). Fue Edward Snowden, consultor tecnológico estadounidense, informante, antiguo empleado de la CIA y de la NSA, quien advirtió que el alcance de la recopilación masiva de datos era mucho mayor de lo que la población conocía, al incluirse en el programa actividades «criminales y peligrosas» y fue quien lo reveló seis años más tarde a The Guardian y The Washington Post, que empezaron a publicar los documentos que demostraban los acuerdos financieros que existían entre la SSO (Special Source Operations)4 y las empresas tecnológicas yanquis de las que se extraen los datos a cambio de millones de dólares5.

El gobierno yanqui, en su esfuerzo por recopilar datos, creó SIGAD US-984XN, cuyo nombre en clave es PRISM. A partir de las necesidades de espionaje de la NSA, amparada en la Ley de enmiendas a FISA de 2008, exige a las multinacionales que operan en internet como Google, AOL, Skype o Yahoo que entreguen todos los datos que coincidan con los términos de búsqueda aprobados por FISA. La NSA utiliza esta información para hacerse con las comunicaciones cifradas durante su travesía por el backbone6 de la red de redes y de este modo a los datos almacenados que los sistemas ya han filtrado y descartado previamente, obteniendo datos más fáciles de manejar, clasificar y analizar7.

Los documentos sacados a la luz pública antes mencionados dejan claro que PRISM es “la fuente número uno de la inteligencia primaria utilizada para los informes analíticos de la NSA” y que a través del cuál la agencia ha obtenido el 91% del tráfico de Internet interceptado bajo la FISA section 702 Autorithy8. Esos documentos se publicaron un día después de que se conociese que el Tribunal de FISA obligó a una subsidiaria de la tecnológica de comunicaciones Verizon a que entregase todos los registros de seguimiento de todas las llamadas telefónicas de sus clientes a la NSA9.

Altos cargos del gobierno de los EEUU ponen en duda lo desvelado y publicado por The Guardian y The Washington Post (¡cómo no!) pero defienden PRISM alegando que se requiere una orden judicial para espiar objetivos nacionales y que ayuda a abortar atentados terroristas. Lo cierto y constatado es que la NSA con PRISM, pueden conseguir material como “historial de búsquedas, el contenido de correos electrónicos, transferencia de archivos y chat en vivo”, según la información publicada por The Guardian.

El seguimiento de esta información confidencial (almacenada o en tiempo real) se realizaría sin que fuese necesario solicitar el acceso a los proveedores de Internet o conseguir una autorización judicial.

Todo ello aparece en el documento, que, al parecer, estaba destinado al entrenamiento de nuevos espías.

Las compañías afectadas se sacuden el “muerto”

Todas las compañias consultadas por los medios han negado que la NSA tenga acceso a sus datos o, al menos, que lo haga con su consentimiento, lo que implica un reconocimiento. Así, Google repitió lo que ya empieza a ser un mantra que repite en cuanto tiene ocasión: que se preocupa por la seguridad de los datos de sus usuarios y que entrega información al Gobierno norteamericano pero, que sólo lo hace conforme a las leyes. Apple se hace la longuis afirmando que nunca ha oído hablar de PRISM (no leerán los periódicos y revistas especializadas) y el director de seguridad de Facebook, Joe Sullivan, declaró a la revista Forbes que negaba que su compañía diera acceso a los servidores del Gobierno y tambien soltó un mantra similar al de Google y Yahoo. En The Verge, Microsoft, que fue la primera en formar parte del programa, niega las acusaciones respondiendo: “Si el Gobierno tiene un programa voluntario de seguridad nacional más amplio para recolectar datos de los clientes, no participamos en él”. Independientemente de lo de acuerdo que estén o no estas empresas, es importante recordar que la sección 215 de la Patriot Act “prohíbe a cualquier individuo u organización revelar que ha entregado datos al Gobierno federal” ni antes, durante o después de la investigación. Si quisieran incluirlo en sus informes de transparencia estarían quebrantando la ley. Es el riesgo que decidió correr el mencionado Edward Snowden, que huyó de Hong Kong (China) hacia Rusia. El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha clasificado la participación de Snowden en el programa de vigilancia PRISM como un «asunto criminal», por lo que no está clara la suerte que correrá10.

Además, The New York Times publicó que estas compañias y otras como Yahoo, Facebook, AOL, y Paltalk, se involucraron más allá de la orden del deber colaborando activamente con los espías al permitir que un misterioso programa llamado PRISM entrara en sus servidores para espiar a los usuarios en tiempo real. Google y Facebook, aseguran fuentes del periódico, incluso han creado plataformas específicas para agilizar el proceso. Nuevamente cinismo.

Todos somos Big Data11

La periodista especializada en nuevas tecnologías Marta Peirano lo deja claro hablando de PRISM y de sus objetivos12: “Como presidente de los EEUU, Obama ha jurado defender a los suyos pero los demás somos, seremos y siempre hemos sido “juego limpio”. Todo lo que hagamos, escribamos, digamos, compartamos o señalemos en la Red es susceptible de ser permanentemente archivado en una carpeta con nuestro nombre en el Centro de Datos de Utah de la Agencia Nacional de Seguridad, aunque sea como “registro accidental”, como cuando sale uno a pescar atunes y se lleva unas docenas de delfines. El mapa filtrado por Snowden al Guardian muestra que sus redes llegan a recoger 3.000 millones de documentos en un mes en todo el mundo. Los documentos publicados confirman que esa ha sido siempre su intención pero que no cunda el pánico: el secretario de Asuntos Exteriores ya ha dicho que los ciudadanos que no hayan hecho nada malo no tienen nada que temer”.

Lo llamativo es que en amplios sectores de la defensa civil de Estados Unidos hay más preocupación por la posibilidad de que PRISM suponga que se vulnere la privacidad de uno de sus ciudadanos que por el hecho de que se haga de forma sistemática con personas del resto del mundo13. Lo que es un hecho es que somos espiados… todos, porque todos somos sospechosos de querer acabar con el capitalismo. Y llevan razón: si no todos, sí la inmensa mayoría.

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Notas:

1.http://files.shareholder.com/downloads/YHOO/2920698566x0x909255/272EE42D-ED80-4215-8AE6-4D63DCC19904/YHOO_News_2016_9_22_General.pdf (en inglés)
2.Acohido, Byron (5 de septiembre de 2013). «Latest PRISM disclosures shouldn’t worry consumers». USA Today. Consultado el 16 de diciembre de 2015.
3.Barton Gellman; Laura Poitras (7 de junio de 2013). «U.S., British intelligence mining data from nine U.S. Internet companies in broad secret program» (en inglés). The Washington Post. Glenn Greenwald; Ewen MacAskill (7 de junio de 2013).«NSA Prism program taps in to user data of Apple, Google and others» (en inglés). The Guardian. Consultado el 16 de diciembre de 2015.
Anne Flaherty; Jack Gillum; Matt Apuzzo; Stephen Braun (13 de junio de 2013). «Secret to Prism program: Even bigger data seizure». The Big Story. Associated Press.
4.División de la NSA responsable de PRISM
5.York, Ewen MacAskill in New. «NSA paid millions to cover Prism compliance costs for tech companies». the Guardian.
6.Backbone (columna vertebral) se refiere a las principales conexiones troncales de Internet. Están compuestas de un gran número de routers interconectados comerciales, gubernamentales, universitarios y otros de gran capacidad que llevan los datos a través de países, continentes y océanos del mundo mediante cables de fibra óptica.
7.Valentino-DeVries, Jennifer. «What You Need to Know on New Details of NSA Spying». Wall Street Journal.ISSN 0099-9660
8. «NSA slides explain the PRISM data-collection program». The Washington Post. Consultado el 16 de diciembre de 2015. John D. Bates (3 de octubre de 2011), «FISC opinion unconstitutional surveillance» (p. 71).
9.El espionaje de EEUU recoge millones de registros de llamadas telefónicas. Una orden judicial secreta obliga a la compañía Verizon a entregar la información a la NSA (http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/espionaje-eeuu-recoge-millones-registros-llamadas-telefonicas-2404269)
10.«Called a defector, NSA leaker defends his decision»(en inglés). CNN.
11.Big data, macrodatos o datos masivos es un concepto que hace referencia al almacenamiento de grandes cantidades de datos y a los procedimientos usados para encontrar patrones repetitivos dentro de esos datos.
12.PRISM: Cuando Big Data somos todos, por Marta Peirano, El Diario, 11 de junio de 2013. http://www.eldiario.es/turing/PRISMA-NSA-espionaje_0_141736343.html
13.Boundless Informant: the NSA’s secret tool to track global surveillance data. The Guardian, 11 de junio de 2013. https://www.theguardian.com/world/2013/jun/08/nsa-boundless-informant-global-datamining