Sofía Ruiz
«La cuestión de la mujer sólo puede ser resuelta a través de la línea de las mujeres trabajadoras contra los hombres y mujeres en el poder. Las mujeres de la clase dirigente tienen exactamente los mismos intereses que sus hombres en sostener y perpetuar la sociedad capitalista”. Evelyn Reed. Sexo contra sexo o clase contra clase (1977)
El feminismo de nuestros dias es un movimiento separado de la problemática general de la clase obrera. Hegemonizado por la burguesía, su relato se centra en el genero, ignorando la clase. En el 8 de marzo omiten “trabajadora” Hablan de mujer en general, pero lo general no existe como realidad, es solo una idea. La realidad es la síntesis de múltiples determinaciones, y la determinación social (la sociedad de clases) es la que señala que hay mujeres burguesas y mujeres trabajadoras con intereses contrapuestos. El 8 de marzo es el día de una mujer real y concreta: la mujer trabajadora.
A las mujeres trabajadoras y a las mujeres burguesas las separa la clase. Existe una gran diferencia entre sus objetivos porque su posición en el sistema de producción es diferente, unas forman parte de la clase explotada y otras de la clase explotadora. Existe una contradicción demasiado grande entre los intereses de la mujer trabajadora y la mujer burguesa. No hay ni puede haber ningún punto de convergencia entre ellas.
Como dice García Vera «Intentar que las obreras consideren a las burguesas sus aliadas es la mejor manera de perpetuar el sistema que las explota»
Para el feminismo burgués la sociedad contemporánea se divide en dos categorías principales: hombres y mujeres. Los hombres poseen todo y tienen todos los derechos. Por tanto, su objetivo fundamental es lograr la igualdad de derechos, conseguir los mismos privilegios, el mismo poder, los mismos derechos que poseen los hombres de su clase, como medio para conseguir puestos y cargos en la sociedad capitalista y perpetuar el sistema de explotación.
Para las mujeres trabajadoras, la sociedad contemporánea está dividida en clases, con intereses antagónicos. Lo que une a la mujer trabajadora con el hombre trabajador es mucho más fuerte que lo que los divide Los une sus condiciones de explotación, su falta de acceso a los recursos fundamentales para el desarrollo de condiciones de vida dignas…por tanto su lucha y sus objetivos son comunes.
Las mujeres trabajadoras luchan por anular todos los privilegios que deriven del nacimiento o de la riqueza. A la obrera le resulta indiferente si su patrón es hombre o mujer, su objetivo final es acabar con la explotación independientemente del genero del explotador. Su lucha por los derechos políticos es un paso en el difícil camino que conduce a la liberación de su clase.
El trabajo entre las mujeres de la clase obrera es simplemente un medio para despertar la conciencia de las trabajadoras y llevarlas a las filas de quienes luchan por un futuro mejor… El trabajo para despertar la conciencia de la mujer trabajadora sirve para unir a la clase obrera en un momento en el que el carácter social de clase se ha ido diluyendo como consecuencia de la particularización, el corporativismo, que fracturan a la clase obrera enfrentando sus intereses particulares con los colectivos.
El feminismo, para los trabajadores y las trabajadoras, consiste en cómo involucrar a las mujeres trabajadoras en la organización, cómo dejarles claros sus intereses, cómo hacer que se transformen rápidamente en compañeras de la lucha común. La solidaridad entre hombres y mujeres trabajadoras, la causa común, el objetivo común y el camino común hacia esos objetivos: es la finalidad de nuestra lucha para acabar con un mundo de desigualdad, opresión y explotación y conseguir el Socialismo
VIVA LA LUCHA DE LA MUJER TRABAJADORA
VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA